Los problemas del bisfenol A

La alarma saltó hace casi cinco años, en Estados Unidos: el bisfenol A (el BPA), un compuesto químico presente en muchísimos productos que usamos habitualmente, como las botellas de plástico, tuppers, en la caja de los CD, de DVDs, en gafas de sol podía ser tóxico.

Los más de medio millar de análisis realizados con animales de laboratorio concluían que la exposición a bajas dosis tenía consecuencias negativas y que alteraba el equilibrio hormonal. El último estudio al respecto lo han realizado científicos ingleses y han concluido que el BPA está asociado con problemas cardiacos en humanos.

El estudio lo ha publicado la revista PLoS ONE. Los investigadores han analizado la orina de más de mil adultos que representan la media de la población estadounidense. Aquello que tenían altos los niveles de BPA tenían el doble de riesgo de desarrollar algún trastorno coronario en comparación con los que tenían un nivel bajo. Si quiere consultar con detalle el estudio no tienen más que acudir a Internet. La revista es de acceso libre.

El bisfenol A se usa desde la década de los cincuenta. Es un material excelente, es resistente a los golpes, al calor, a la electricidad... Por todo esto está presente en muchísimos productos de la vida cotidiana. La exposición al producto es constante.

Por el momento, la FDA (la agencia que regula los fármacos en Estados Unidos) y la EFSA, Autoridad Europea en Seguridad Alimentaria, respaldan su uso porque aseguran, que no hay evidencias suficientes como para considerar al compuesto químico nocivo para la salud.

A pesar de ello, las compañías fabricantes de biberones en Estados Unidos han dejado de hacerlos de forma voluntaria, con BPA y en Canadá lo han prohibido.

CIENCIA AL CUBO

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