Opel tiene listo su plan de saneamiento, pero los sindicatos avisan de que plantarán cara
- La firma debe ahora lograr "un acuerdo final con los sindicatos"
- Las centrales anuncian movilizaciones por el cierre de Amberes
El consejero delegado de Opel, Nick Reilly, ha anunciado que el plan de saneamiento de la empresa "está listo" y que "ahora sólo se trata de lograr un acuerdo final con los sindicatos", expresando su confianza en que ese acuerdo se obtendrá "en las próximas dos o tres semanas".
En uan rueda de prensa en la sede alemana de Opel, en Rüsselheim, Reilley ha explicado que pese a la resistencia de los sindicatos al cierre de la factoría belga de Amberes confía en que la plantilla participará en el plan de saneamiento con una renuncia salarial de 265 millones de euros anuales en los próximos cinco años.
El anuncio de Reilly se produce 24 horas después de que el comité de empresa europeo anunciara su disposición a promover movilizaciones en señal de protesta por el cierre de Amberes, donde trabajan 2.600 de los 48.000 empleados que tiene en Europa Opel.
“No vamos a aceptar esos planes“
Ese foro sindical cuenta con el apoyo del sindicato alemán IG Metall, cuyo presidente, Berhold Huber, exhortó a la empresa a reflexionar con detenimiento sobre el cierre de la planta belga porque "no vamos a aceptar esos planes".
Huber subrayó que mientras esa reflexión tiene lugar, congelarán sus planes sobre la contribución de los trabajadores al saneamiento de la empresa con el argumento de que "no podemos pagar un precio por una mercancía que no conocemos".
Los sindicatos se resisten
Sin embargo, los representantes de los trabajadores de General Motors (GM) en Europa, que se han reunido en Amberes (Bélgica), han acordado negarse a aceptar los recortes salariales. El encuentro del Foro Europeo de Trabajadores de GM Europa, a la que asistió una delegación de empleados de la fábrica de Figueruelas (Zaragoza), también ha descartado convocar un paro a nivel europeo hasta que GM detalle sus planes para el Viejo Continente en una reunión que se celebrará el próximo lunes en Rüsselsheim.
"No descartamos ningún tipo de acción y la huelga está entre ellas. Pero estamos convencidos de que la negativa a negociar los ahorros tiene más capacidad de persuasión", ha explicado el representante de CC.OO., José María Fernando. "GM pide la ayuda de los empleados y no vamos a dársela" de esta forma, ha insistido.
El presidente del comité de empresa europeo, Klaus Franz, ha subrayado que se necesitan 500 millones de euros para desmantelar la fábrica de Amberes, cuyo cierre fue anunciado la semana pasada por la cúpula de GM, descartando que los trabajadores contribuyan con su esfuerzo económico a financiarlo.
Fernando también ha calificado de "muy sorprendente" que Reilly espere "tener cerrado el acuerdo en pocas semanas. Hay que ser muy optimista al decir eso porque, a no ser que la empresa se retracte del cierre de la planta, estamos muy lejos de llegar a un acuerdo", ha señalado.