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Los Suaves no piensan en despedidas con 'Adiós, adiós'

  • El grupo presenta su decimoprimer disco, que abre "una nueva etapa"
  • Los temas, el tono y la música, en continuidad con su trabajo previo

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Los Suaves cumplen 30 años de carrera

"Adiós, adiós, qué largo ha sido el camino", atrona la voz de Yoshi en la primera canción del nuevo disco de Los Suaves. Para algunos, esa frase encierra una declaración de intenciones del conjunto orensano. Para su cantante se trata de "la forma de dar la bienvenida a la mejor época del grupo".

"Las dobles negaciones funcionan como afirmaciones, y Adiós, adiós es una doble negación", explica el vocalista sobre el título del último álbum del grupo gallego, que ahora, más de treinta años después de empezar su rockera travesía, se encuentra "más lejos que nunca" de la retirada.

Oculto tras sus gafas de sol, el guitarrista Alberto Cereijo toma la palabra para asegurar que Adiós, adiós (Sony) marca "el inicio de una nueva etapa". "Este disco no sólo nos da la opción de renovar lo que queremos hacer, sino que también es lo mejor que hemos grabado en los últimos 40 años", bromea.

Pero hay cosas que no cambian, y el sonido de Los Suaves es una de ellas. "En este disco, sea cual sea la canción, no necesitas más de dos segundos para saber que es de Los Suaves", asegura Cereijo, que defiende "la continuidad y la coherencia" del desarrollo musical de la banda.

La misma ilusión de los comienzos

En cualquier caso, Yoshi Domínguez se encarga de recordar que no todo fueron vino y rosas hasta la publicación del undécimo trabajo de Los Suaves.

"Hace dos años no me encontraba en una dinámica tan buena y necesitaba cargar las pilas, pero ahora tengo la misma ilusión que cuando empezamos", declara.

Ese ánimo renacido se aprecia en los gestos de complicidad y colegueo que ambos músicos se dedican durante la conversación. "Nos divertimos muchísimo y eso se nota, porque a la gente no la puedes engañar sobre el escenario; allí se transmite todo", asevera el cantante.

Mientras Yoshi se levanta a beber agua para librarse de un molesto "carraspeo", Alberto Cereijo disecciona el contenido de Adiós, adiós: "Quería hacer una mezcla de dos discos que a mí me gustaron mucho, San Francisco Express y Si yo fuera Dios, recuperando un camino que se había perdido un poco en los últimos álbumes".

Melancolía y rabia

Tras un fatigoso viaje en tren desde Orense a Madrid, Yoshi se encuentra "un poco espesito", pero analiza con precisión el sempiterno carácter depresivo de las melodías que compone: "El mundo es hermoso, pero triste, y si buscas una canción alegre, en mí no la encuentras". "Esto es un sinvivir", replica entre risas Alberto Cereijo.

Por esos caminos melancólicos, amargos y pesimistas transitan piezas como "Esa noche te perdí", "Cuando los sueños se van", "Corre conejo corre" o "Se alza el trueno", una versión del tema de Gary Moore "Thunder rising".

El tema pertenece a su último trabajo, 'Adiós, adiós'.

La rabia asoma por el rostro de Yoshi cuando profundiza en "Han matado el rock n' roll". "La escribí con alguien en mente, pero no voy a decir el nombre porque se entiende perfectamente quién es", despeja el cantante, que se refiere a "esos que ponen sus ojos en blanco, llevan su corazón negro en la mano y venden colonias por Navidad cuando antes vendieron su alma al diablo".