Blair llega con antelación al centro donde declarará sobre la guerra de Irak
- De este modo ha evitado las protestas de los opositores a la guerra
- El ex primer ministro británico deberá responder durante seis horas
- Frente a este comité ya han declarado importantes testigos
El ex primer ministro británico Tony Blair llegó hoy al centro de conferencias "Queen Elizabeth II", donde se celebra la investigación sobre la guerra de Irak, para prestar declaración, en medio de fuertes medidas de seguridad.
Blair, cuya declaración ha comenzado a las 10:30 horas, llegó al centro de conferencias londinenses con dos horas de antelación, a fin de evitar las protestas en la calle de numerosos manifestantes opuestos a la guerra que poco después de su llegada gritaban en la puerta: "Tony Blair, criminal de guerra".
El que fuera jefe del Gobierno británico entre 1997 y 2007, máximo responsable de meter al Reino Unido en el conflicto bélico iraquí, deberá responder durante seis horas a las preguntas del comité independiente que investiga las circunstancias de la guerra.
Ante este comité ya han declarado testigos importantes de la intervención armada (2003), entre ellos los entonces ministros de Asuntos Exteriores y Defensa, Jack Straw y Geoff Hoon, respectivamente, y el ex fiscal general británico, Peter Goldsmith.
Ha llegado dos horas antes
El portavoz de la Coalición Parad la Guerra (opuesta al conflicto), Lindsey German, expresó hoy su sorpresa por la decisión del ex primer ministro de llegar antes de lo previsto y hacerlo, no por la puerta principal, sino por atrás del edificio.
"No tiene la honradez para afrontar al alto número de personas, familias de militares e iraquíes que estarán aquí para expresar su oposición a la guerra", afirmó German.
"No tiene la integridad de venir y enfrentarse a la gente. Entrar por la puerta de atrás es típico de sus mentiras, engaño y evasión", puntualizó.
Por su parte, el presidente del grupo, Andrew Murray, calificó la entrada de Blair de "cobarde" y "engañosa".
El pasado martes, el ex fiscal general británico Peter Goldsmith admitió que en el año 2002, al evaluar el caso iraquí, no consideró justificado que el Reino Unido invadiera Irak sin contar con una segunda resolución de la ONU, pero reconoció que meses después llegó a una conclusión distinta.
La pesquisa, en la que no se juzga a nadie, tiene como objetivo sacar a la luz las circunstancias del conflicto desde el verano de 2001 a julio de 2009, por lo que serán entrevistados testigos clave.
El presidente de la comisión, John Chilcot, ha insistido en que su principal objetivo es evaluar las pruebas que se presenten, a través de la declaración de testigos y el estudio de documentos gubernamentales y secretos.