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El trasplantado de cara de Sevilla tuvo el tejido facial unido a la ingle para prevenir rechazos

  • Es la primera vez que se aplica esta técnica en un trasplante de cara
  • Esta "perfusión temporal" también se usa para mantener vivos los tejidos
  • El paciente está "bien" y sigue en la unidad de cuidados intensivos
  • Aún no se ha visto frente al espejo, estuvo más de 24 horas en quirófano

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El paciente sometido a un trasplante de cara en Sevilla evoluciona favorablemente

El segundo trasplante de cara en España, que se realizó en Sevilla el pasado lunes, puso en práctica una innovación a nivel mundial. Los doctores unieron el tejido facial que iban a transplatar a los vasos inginales del receptor durante horas, para mantener 'vivo' el tejido y comprobar que no había un rechazo hiperagudo, mientras hacían tiempo para que terminara una operación oftalmológica que le estaban realizando.

Esta técnica, que se conoce técnicamente bajo el nombre de perfusión temporal, es la primera vez que se aplica en un transplante de cara, según ha explicado el director del departamento de cirugía maxilofacial del Hospital Virgen del Rocío, el doctor David González Padilla.

El paciente se encuentra ingresado en la unidad de Cuidados Intensivos. Aún no se ha visto frente al espejo y tiene algunos apósitos en su rostro, según explica el coordinador de la operación, el doctor Tomás Gómez Cía.

"Esta bien, cansado pero ayer por la tarde ya pudo permanecer sentado en un sillón. Se llevó un alegrón cuando le dijimos que había perdido el Sevilla, porque es bético", explica el doctor Gómez.

Al menos 10 ó 12 meses de recuperación

"No sabemos cuándo van a darle el alta, ya que lo más difícil en estos casos es que el cerebro reconozca el nuevo tejido y mande órdenes a los nervios. Para que la estructuras nerviosas comiencen a funcionar deberán pasar entre 10 y 12 meses", ha explicado el Doctor Gómez.

Los doctores que han participado en esta compleja operación, que "supuso más de 24 horas de anestesia", están esperando que se produzca un rechazo. "En todos los transplantes ha ocurrido, pero se suelen detectar con tiempo y aplicaremos un tratamiento después de hacer biopsias", ha explicado el coordinador de la operación, la novena de este tipo en todo el mundo.

A las 05.30 horas del pasado lunes comnezaba la compleja intervención, con la extracción del tejido facial del donante, que incluía músculos, nervios, conductos salibales... Un complejo engranaje sin el que el receptor no podría mover su nueva cara o sentir un beso o una caricia. Según ha explicado el coordinador de la operación, es extremadamente importante que los tejidos de donante y recpetor coincidan en "geometría" en este tipo de transplantes.

La fase más compleja de la operación, en la palabras del doctor González, fue el momento en el que tuvieron que fijar los tejidos faciales del donante a la estructura ósea del receptor, para que no quede descolgado en la cara. Esto implica, entre otras cosas, fijar las glándulas salibales y unir los nervios que dan movilidad a los músculos.

Más de una decena de unidades del Hospital Vírgen del Rocío trabajaron en la operación, entre las que destaca la unidad de cirugía plástica, la de cirugía maxilogacial, el departamento de anestesia, además de un importante equipo de enfermeras.