Gorka Otxoa, sonrisa garantizada
- Su papel en Pagafantas es uno de los más divertidos en mucho tiempo
- Actualmente alterna con éxito cine, televisión y teatro
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Nacido en San Sebastián, en enero de 1979, Gorka Cobeaga tiene la virtud de los grandes cómicos de ser gracioso sin parecer patético, incluso en Pagafantas.
Debutó en televisión, con 21 años, en pequeños papeles en series como El comisario y Hospital central, y se convirtió en una celebridad, en el País Vasco, gracias al programa Vaya semanita, de la ETB, dirigido por Borja Cobeaga, el realizador de Pagafantas.
Su papel de hijo homosexual y ertzaina de una familia vasca fue uno de los sketches más conocidos del programa y algunos todavía le dedican "calificativos" cuando vuelve a su tierra.
Con sólo 22 años debutó en el cine, en un pequeño papel, en El Palo (2001).
Éxito en la pequeña pantalla
Después se trasladó a Madrid y alternó su trabajo en televisión en series como Cuéntame (2000) y películas como Noviembre (2003), siempre en papeles secundarios.
Mientras, en televisión grabó numeroso espacios de humor que se beneficiaban de su vis cómica, como Made in China y Territorio Champion y fue uno de los elegidos para la versión española de Saturday Night Live, el programa de humor más famoso de la televisión americana.
Y en el cine destacan los tres papeles que interpretó en la película de animación La crisis carnívora (2006), Una comadreja, un gorila y, sobre todo, Un divertido gallo, con los que demostró su versatilidad.
Actualmente triunfa en la televisión, con series cómo Cuestión de sexo y Doctor Mateo, de la que rueda una nueva temporada, compaginándola con la obra de teatro La ratonera, la popular obra de Agatha Christie, que acaba de estrenar en Madrid.
Y tiene pendiente de estreno el largometraje ¿Estás ahí?, dirigido por Roberto Santiago.
Su papel en Pagafantas de chico enamorado que se convierte, muy a su pesar, en el mejor amigo de la chica a la que ama, es uno de los más divertidos del cine español en mucho tiempo. El Goya al mejor actor revelación habría sido el broche de oro para un auténtico cómico, pero en esta ocasión el premio ha ido a parar a Alberto Ammann por Celda 211.