iPad: ¿se venderá el 'mínimo olímpico' de Apple?
- Analizamos el último gadget presentado por Steve Jobs
- Su gran desafío: encontrar un espacio que de momento no existe
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El iPad presentado por Steve Jobs se corresponde básicamente con lo que se venía rumoreando en las últimas semanas. Es decir, el mínimo olímpico de lo que se esperaba. Lo cual tratándose de Apple puede interpretarse más que como correcto como decepcionante. Tanto es así que la mayor sorpresa fue su precio, que parte de más o menos la mitad de lo calculado.
¿Existe mercado para el iPad?
En una encuesta rápida realizada por la revista Wired, el 60% de los más de 1.000 lectores que participaron contestaron que no se compraría un iPad; en una encuesta paralela de la misma publicación sólo el 10% consideraba que era mejor de lo esperado, y a la mayoría tampoco les ha provocado la necesidad de salir corriendo a comprarlo. La percepción al final es de que se trata de un iPod con esteroides, con lo que supone de bueno y de malo.
De modo que por encima de las cuestiones sobre cómo es, qué hace o qué cuesta, está la principal de todas: ¿comprará la gente el concepto representado por el iPad? Hasta ahora, productos de éxtio de Apple como pueden ser el iPod, el iPhone o los MacBook parten de la premisa de hacer mejores (o al menos distintos) productos que ya existen: reproductores de música, teléfonos y ordenadores portátiles.
En muchas ocasiones en el pasado, Apple ha sido muy valiente en sus planteamientos y productos. Con el iPad ha vuelto a serlo. No se trata de una interpretación a lo Apple de algo que ya se haya desarrollado con más o menos acierto o que ya se venda con más o menos éxito.
Los parientes más próximos del iPad -conceptualmente hablando- son básicamente productos fallidos o superados. Por un lado los antiguos tablet, que eran ordenadores portátiles cuya pantalla táctil giraba sobre sí misma y que en resumen fueron un estrepitoso fracaso.
También comparte cierto ADN con las PDA (los ordenadores de mano) cuya existencia estuvo condenada en el momento en que aparecieron los smartphones o teléfonos inteligentes; y además tiene un gen recesivo de los actuales eBook, productos con pocas aspiraciones y mediocres prestaciones: pantalla en blanco y negro que prácticamente sólo sirve para leer libros electrónicos y poco más, considerados por muchos como productos de transición.
El iPad por tanto es todo y nada de lo anterior. Es algo nuevo y distinto y su gran desafío será encontrar su espacio porque de momento no lo tiene. Es cierto que muchos usuarios querríamos tener algo a caballo entre un iPhone y un ordenador portátil. La incógnita aún es si el iPad es el eslabón perdido.
Para quienes un netbook no es una opción -por sus escasas prestaciones, aspecto, formato o plataforma- el iPad puede ser la respuesta; sin embargo el uso del sistema operativo iPhone -y no del sistema operativo de los Mac, el Mac OS X- limita de antemano sus prestaciones y qué aplicaciones podrán utilizarse en él.
Pero aún sin Mac OS X, si se considera que el iPad es la versión Apple de los netbook se trataría de un complemento al ordenador (incluso aunque sea portátil) y no de un sustituto, y por tanto las tareas que se le encomendarían deberían ser en principio mucho menos exigentes: algo de procesado de texto y presentaciones, acceso a Internet, correo electrónico y poco más.
Estas son funciones que sí se pueden realizar en un iPad -y son exactamente las mismas que como máximo se le pueden pedir a un netbook con Windows-, y además más cómodamente que en un iPhone. El iPhone sin embargo es cuatro veces más pequeño y cinco veces más ligero.
De modo que -hasta que no sepamos más y lo podamos probar- en principio sería cuestión de que cada uno modulara los vasos comunicantes entre "comodidad de uso" y "comodidad de transporte" para determinar si el iPad puede encajar en su vida.
Entre lo presentado y lo esperado
Aunque como decía al principio el iPad es en un 90% lo esperado, algunos detalles sin embargo han recibido críticas o se han quedado por debajo de las expectativas. En general, la presentación tuvo menos contenido de lo que muchos habríamos querido, sobre todo en relación a una nueva versión del sistema operativo, que sigue carenciendo -por lo que se pudo ver- de características que empiezan a ser casi imprescindibles como poder ejecutar más de una aplicación a la vez.
“El formato y la resolución de pantalla no son propios de Apple“
Pero volviendo al iPad, probablemente el único misterio que quedaba por desvelar era, aparte del precio, su aspecto. Esto siempre es algo subjetivo que depende de los gustos de cada uno, aunque también hay consideraciones técnicas que influyen o que están determinadas por éste.
Por ejemplo, el formato y la resolución de la pantalla no son propios de productos de Apple. La resolución de 1024 x 768 es lo que los usuarios de Mac llamamos de PC, y corresponde a una pantalla en formato 4:3, propia de cámaras digitales de consumo -de gama baja-, monitores de PC y televisores del pasado. La del iPad tiene por tanto una proporción diferente a las propias de los Mac (y de los iPhone) que suelen ser más panorámicas, con una relación, entre ancho y alto, de 3:2.
El exceso de marco negro en torno a la pantalla también le da una aspecto más pobre (de pantalla de netbook barato) si bien es cierto que en este caso podría ser un mal necesario para poder sostener el iPad con las manos. En cualquier caso resulta exagerado.
Otras críticas
El resto de críticas recibidas se reparten en cuatro o cinco puntos muy concretos en los que todo el mundo coincide: no tiene soporte para Flash (la tecnología multimedia más utilizada en la web; la que, entre otras cosas, posibilita la mayor parte de los vídeos y los juegos online y numerosas aplicaciones), no tiene salida de vídeo para visualizar fotos y vídeos en un televisor, no tiene cámara -a pesar de que es un estándar en todos los portátiles y monitores Apple- y no tiene multitarea, esa capacidad de poder ejecutar más de una aplicación a la vez que comentaba más arriba.
Claros y oscuros en la conexión 3G
Durante la presentación llegué a pensar que el iPad no tendría conexión 3G -Internet a través de redes de telefonía móvil. Afortunadamente tiene esa posibilidad (opcional y con un excesivo incremento de precio); pero lamentablemente lo ofrece a través de un formato de tarjeta SIM distinta a las habituales, denominada microSIM. Son más pequeñas que las habituales y yo personalmente no las he visto jamás, ni sé si alguna operadora en España las ofrece.
“Queda por saber si será fácil incorporar la conexión 3G“
Hasta que se disipe la duda anterior queda saber por tanto si será fácil incorporar la conexión 3G. En una situación ideal usaría tarjetas SIM y bastaría con pedir un duplicado de la actual del móvil (con plan de datos 3G) para disponer de conexión 3G en el iPad. Pero vistas las especificaciones no estamos en una situación ideal.
Aunque ya se empieza a oír que en España lo comercializará Telefónica, en realidad el iPad será libre (no estará vinculado a la operadora como sucede con el iPhone) y por tanto cualquiera podrá poner la tarjeta SIM de la operadora que más rabia le dé. Siempre y cuando las ofrezca en formato microSIM. Yo, por si acaso, ya lo estoy preguntando en la mía.