Penélope Cruz, suma y sigue
- La actriz era una de las pocas nominaciones para Los abrazos rotos
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Lo que para otros hubiera sido un final, un "por fin", un punto y aparte, para Penélope Cruz ha sido casi un pistoletazo de salida. Después de convertirse en la primera española en lograr el Oscar por su papel en Vicky Cristina Barcelona, de Woody Allen, la actriz madrileña no ha parado.
Cruz no ha conseguido en esta ocasión el Goya a mejor actriz principal, que sí se ha llevado Lola Dueñas, pero continúa en su imparable carrera hacia el Oscar.
Los abrazos rotos fue el comienzo de otro año intenso. Y su vuelta con Pedro Almodóvar. El hombre que, junto a Tom Cruise, posiblemente más haya ayudado (cada uno de maneras diferentes, eso sí) a la carrera de Pe. Su papel en Nine -por el que la han nominado al Oscar- también le ha valido la confirmación de que en Hollywood es valorada.
Y aunque parece que lleva toda la vida entre las glamourosas bambalinas del cine mundial, nadie se olvida de sus precoces inicios. Con 14 años, Penélope ya trabajaba como modelo publicitaria y dio su primer salto a la fama de la mano de Mecano. En plena cresta de su ola, Nacho Cano contó con ella para el videoclip de La fuerza del destino, una de las canciones emblema del famoso grupo español.
Acababa de nacer una estrella. La adolescente Penélope abandonó sus estudios en Alcobendas y se lanzó al mundo de la interpretación. Cristina Rota comenzó a moldear a la actriz que hoy deslumbra por su variedad de registros.
Pudimos ver sus primeros trabajos en la pequeña pantalla. Debutó con 15 en la serie de televisión en Serie rosa, bajo la tutela de Jaime Chávarri. No obstante, su 'momento' televisivo llegó con La quinta marcha, un programa juvenil que presentó junto a Jesús Vázquez.
Despega en 1992 con Jamón, jamón
Pero su meteórica carrera no ha tenido nunca un descanso. En 1992 cambia de pantalla y salta al primer plano del cine nacional. Ese año debuta en Laberinto griego, de Rafael Alcázar; rueda su primer protagonista, Jamón jamón, con Bigas Luna, y saborea su primer éxito con Belle Époque, de Fernando Trueba. 9 Goyas, Oscar a la mejor película de habla no inglesa y premio de la Unión de Actores a la mejor actriz secundaria.
Siempre inconformista, la actriz decide probar suerte fuera de nuestras fronteras. Primero en Inglaterra, con su participación en la serie Framed. Después, su particular romance profesional con Italia, donde rodó dos películas. Sus primeras experiencias fuera de España hicieron crecer a Penélope, que regresó a España para vivir su madurez en el cine nacional.
Trabajo, trabajo y más trabajo. Eso significaron los noventa para Penélope Cruz, que participó, entre otras, en películas como Allegre ma non troppo (1994), El efecto mariposa (1995), La Celestina (1996) o El amor perjudica seriamente la salud (1996).
Su progresión llamó la atención de los grandes directores españoles. Pedro Almodóvar contó con ella en Carne Trémula (1997) y, desde entonces, ha sido una de 'sus chicas'. Además, fue 'musa' de Alejandro Amenábar en Abre los ojos (1997) y La niña de tus ojos (1998) de Fernando Trueba. Con esta última recibió su primer Goya a la mejor actriz protagonista. El segundo llegaría con Volver, de Almodóvar y el tercero con Vicky Cristina Barcelona.
Llegada a Hollywood
Para entonces, Penélope ya compaginaba sus trabajos con grades directores con sus inicios en el cine estadounidense, con películas como The Hi-Lo Country (1998), con Stephen Frears, La mandolina del capitán Corelli (2001), con Nicolas Cage o Blow (2001), en la que trabajó con Johnny Depp.
Sus inicios en Hollywood fueron emparejados con sus rumores de romances. El primero, con Matt Damon, con quien compartió trabajo en Todos los caballos bellos (2000). El segundo significó su definitivo salto a la fama. La joven y prometedora Penélope conoció al archiconocido Tom Cruise en el rodaje de Vanilla Sky (2001), el remake estadounidense de Abre los ojos.
Desde entonces, su fama se multiplicó y se convirtió en una de las habituales en las alfombras rojas. Sin embargo, su producción cinematográfica bajó el ritmo y la calidad durante la relación con Cruise. Durante estos años, No te muevas (2003) fue una nota de color entre la mediocridad. Con esta película regresó a Italia y ganó el David de Donatello a la mejor actriz y el premio del público a la mejor actriz en los Premios Europeos de cine.
Almodóvar, el regreso de la mejor Pe
Una vez atrás el mediático romance con Cruise, el regreso de la mejor Penélope se produjo de la mano de 'su director'. Almodóvar reservó para ella un papel hecho a medida. En Volver, Penélope bordó a una chica de pueblo y cosechó las mejores críticas de su vida. La crítica fue esta vez unida al público y a los galardones. Nuevo Goya, mejor interpretación femenina en Cannes y primera candidatura de la historia de una actriz española en los Oscar.
Parecía difícil de superar o, al menos de igualar. Sin embargo, 2008 nos regaló Vicky Cristina Barcelona. Woody Allen en España, junto Penélope Cruz, Javier Bardem y Scarlett Johansson.
Antes del Oscar, con ese papel Penélope había ganado el Premio Goya, el Bafta de la Academia británica, el de los críticos de Los Angeles, el de los críticos de Nueva York y el Spirit Award, considerado el Oscar del cine independiente.