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El "no" de Obama deja a Zapatero sin su cita estrella de la presidencia

  • Ahora se trabaja para continuar con los contactos habituales. 
  • Europa decepcionada por la falta de apuesta por los 27 de Obama. 
  • España no ve el NO de Obama como un desplante.

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U.S. President Obama meets with Spain's PM Zapatero at the E.U. Summit in Prague
Obama le ha dicho a Zapatero que está "contento de poder llamarle mi amigo".

Sin Barack Obama en Madrid la presidencia española de la Unión Europea pierde su cita más esperada. Una Cumbre Europa - Estados Unidos que permita tener en la capital de España al líder de la primera potencia del mundo.

Su negativa supone la cancelación del encuentro, ya que en este tipo de reuniones participan los Jefes de Estado y de Gobierno. Aún así desde la presidencia española no tiran la toalla. "Seguimos trabajando" para que haya un encuentro, nos dicen fuentes de Moncloa.

Ahora bien, tendrá que ser a nivel de Ministros -seguramente de exteriores-. Lo que sí aseguran es que esto no supone un retroceso en las relaciones entre los dos lados del charco.

De hecho desde la representación de España en Bruselas insisten en que "los contactos bilaterales" son fluidos a nivel europeo y también estatal.

Europa un tanto molesta

No cabe duda que a la Unión Europea le gustaría celebrar en Mayo esa cumbre. Sobre todo a España, que había marcado el 24 y 25 de ese mes en rojo en el calendario.

Pero desde Washington manejan otros tiempos. Prefieren que Obama viaje menos este año, y "optimizar" su agenda. Ahora se confía en que el encuentro bilateral Europa - Estados Unidos se celebre en otoño y en Portugal coincidiendo con la Cumbre de la OTAN.

De nuevo se repite la historia. Una vez más, un Presidente de Estados Unidos prefiere unificar el diálogo transatlántico y unir OTAN y Unión Europea en un solo escenario.

Como dice el `Financial Times' en su edición de hoy, esto supone "un varapalo para las aspiraciones europeas de ser tomada en serio" en la escena internacional.

Decepción por su falta de europeísmo

Lo que más molesta en Bruselas no es que Obama no venga. De hecho, desde el gabinete del Presidente del Consejo, Hermann Van Rompuy, explican que la agenda no estaba cerrada, ni tampoco confirmada su asistencia.

En realidad lo que escuece es que el año pasado, en su visita a Praga, el presidente de Estados Unidos se mostrara como un verdadero europeísta, y ahora los deje de lado.

Algo que para el analista del Grupo de Estudios Estratégicos (GEES), Rafael Bardají, no debería extrañar, pues "Obama no tiene ningún interés por Europa".

También molesta el hecho de que diga NO a venir a España, y acto seguido su gabinete anuncie que a lo largo de este año viajará a China y también a Indonesia.

No hay discrepancias

La oficina del belga Van Rompuy también niega esa versión que ha circulado estos días por la prensa de que Estados Unidos no sabía si el encuentro iba a ser en Madrid o Bruselas.

Aseguran que en todo momento se dijo que sería en España, dado que en diciembre se pactó entre Van Rompuy y Zapatero celebrar todas las cumbres bilaterales en la sede de la presidencia de turno.

Otra cosa será lo que ocurra a partir del año que viene, cuando Lisboa ya esté plenamente instalado, dado que -en teoría- tendrán que celebrarse en Bruselas.

¿Una afrenta para España?

Es cierto que el Gobierno español había puesto grandes expectativas en la cita de Obama.

De hecho para el `Financial Times' suponía una gran oportunidad ante la ante la "ensombrecida presidencia que ostenta" gracias al Tratado de Lisboa.

Algo que desde fuentes gubernamentales niegan. De hecho recuerdan que las relaciones bilaterales con España son fluidas, prueba de ello -dicen- es que Rodríguez Zapatero va a participar este jueves en el Desayuno Nacional de Oración en Washington.

No debe preocupar

Lo ha dicho, por ejemplo, la vicepresidenta primera, Fernández de la Vega, que ha dicho "comprender que Obama debe hacer frente" a una "situación interna", y por tanto "su agenda" le impida venir.

De la Vega añade, además, que "el Gobierno no está preocupado" porque Obama no venga a Madrid.

Según Bardají toda esta polémica viene por una "sobreventa" del ejecutivo español, aunque esto no quiere decir que haya un desdén hacia España, pues la actitud del presidente de Estados Unidos es "generalizada con todos los europeos".

Como ejemplo, el analista pone la visita de Obama a Europa con motivo del aniversario del desembarco de Normandía, y "ni siquiera fue capaz de llamar a Sarkozy para concretar una reunión bilateral".