La Colección Daros reconstruye el panorama del arte actual de Latinoamérica
- Es la colección más importante de Europa dedicada al rte iberoamericano
- Se pueden ver 70 obras, de los últimos 40 años, de 22 artístas
La Colección Daros, la más importante de Europa dedicada al arte contemporáneo iberoamericano, ha cedido 70 obras de 22 artistas a la exposición "Al calor del pensamiento" que puede visitarse en la Sala de Arte Ciudad Grupo Santander.
Las piezas, seleccionadas por la comisaria Katrin Steffen, permiten reconstruir el panorama del arte iberoamericano de los últimos 40 años, con nombres como los brasileños Cildo Meireles, Premio Velázquez 2008, y José Damasceno, el mexicano Carlos Amorales, el argentino León Ferrari, el colombiano Oscar Muñoz o Los Carpinteros.
Con sede central en Zúrich (Suiza), la Colección Daros, que se instituyó en 2000 bajo la dirección de Hans Michael Herzog, está formada por más de 1.300 piezas de cien artistas contemporáneos, fechadas en los últimos 20 años aunque están presentes también piezas emblemáticas de los años 60 y 70 del siglo pasado.
Un arte a reivindicar
"El arte latinoamericano es todavía muy desconocido en Europa", en opinión de Herzog, quien durante la presentación de la muestra recordó que el criterio de la colección ha sido elegir obras "capaces de superar el concepto local con el que nacieron".
La colección "no es nada folclórica, no hay lamentos por la pobreza, ni hay prejuicios, aunque sí están presentes muchos factores latinoamericanos. Lo que se puede ver en esta exposición es un acercamiento profundo y humano a los asuntos sociales".
En la selección ha sido importante el lugar donde iban a exhibirse las obras, un espacio de 3.000 metros cuadrados "con salas abiertas que permiten que el visitante se vaya encontrando con las creaciones", en las que se puede contemplar "un examen profundo de la vida, de las realidades. Es un arte contemporáneo que piensa, reflexiona, pero a la vez tiene humor. Es difícil resistirse a él".
Autores originales y diversos
El recorrido se inicia con la obra Ayate Car de Betsabeé Romero formada por un Ford Victoria de 1955 forrado de ayate, tela con la que estaba hecha la capa del indio mexicano Juan Diego que tuvo una visión de la Virgen en el siglo XVI cuando estaba recogiendo rosas, flores que llenan por completo el auto.
El también mexicano Rafael Lozano-Hammer juega con la sensación de ¿quién mira a quién? en Tensión superficial, instalación interactiva en la que un ojo sigue los movimientos del visitante. "Autor y espectador están involucrados en la obra", comentó la comisaria.
El panameño Humberto Vélez ha hecho una metáfora en su pieza sonora La carrera en la que simula una carrera hípica, retransmitida por su padre que es periodista deportivo. "La creé con motivo de la Bienal de Arte de Panamá y no se trata sólo de una metáfora de las relaciones sociales sino también del arte", señaló el artista, que se ha desplazado a Madrid junto a otros autores.
El colombiano Oscar Muñoz está presente con varias obras en las que juega con el concepto de la memoria. En Aliento es visitante puede contemplar las imágenes de personas desaparecidas al echar el aliento sobre unos espejos, mientras que en el vídeo Línea del destino la imagen reflejada en el agua posada en la palma de la mano va desapareciendo.
El presagio siguiente es la obra entre el sueño y la realidad de José Damasceno, mientras que Belkis Ayón (Cuba) trata su experiencia con una sociedad secreta masculina y el colombiano Oswaldo Macià ha hecho un ensamblaje de 2000 cantos de pájaros de todo el mundo. "Es una obra que no necesita traducción, sobre la percepción y la apreciación. Es una analogía sobre la información, sobre lo que creemos que sabemos", señaló el artista.
La obra Al calor del pensamiento del chileno Gonzalo Díaz, que da título a la exposición, está formada por resistencias eléctricas con las que el artista escribe en alemán una frase que se puede traducir por "Buscamos por doquier lo incondicionado, y encontramos siempre sólo cosas".