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El Supremo ve motivos para juzgar a Garzón por la causa del franquismo

  • La causa contra el franquismo, uno de los tres frentes abiertos de Garzón
  • Garzón podría haber incurrido en un delito de prevaricación

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El magistrado del Supremo que investiga a Garzón por su causa al franquismo ve motivos para juzgarlo

El magistrado del Tribunal Supremo Luciano Varela, que instruye la causa por prevaricación abierta contra el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón por investigar las desapariciones tras la Guerra Divil, ha dictado un auto en el que ve motivos para sentar en el banquillo al juez, si bien pide que sea la Sala, compuesta por cinco magistrados, la que decida si finalmente archiva el caso o bien le ordena seguir con la "fase de preparación de juicio oral".

La decisión del instructor se desarrolla en un extenso auto de 60 páginas, notificado este jueves, en el que se desestima la última petición de Garzón para que el caso sea archivado, y que puede ser recurrido a la Sala.

El escrito incluye valoraciones de calado, como la que señala que el examen de las actuaciones "ha revelado, como hecho probable, que el magistrado querellado actuó con la finalidad de eludir la decisión del legislador sobre el régimen de localización y exhumación de víctimas de los horrendos crímenes del franquismo sabiendo que éstos habían sido objetio de amnistía por las Cortes democráticas de España, cuya voluntad decidió conscientemente ignorar u orillar".

Tal hecho puede constituir un delito de prevaricación del artículo 446.3 del Código Penal, según Varela, que añade que "por ahora" no procede adoptar la decisión de seguir la fase de preparación del juicio oral.

La querella contra Garzón, admitida a trámite el 27 de mayo de 2009, fue interpuesta por el sindicato de funcionarios Manos Limpias y posteriormente se adhirieron a la misma la asociación libertad e identidad y Falange Española y de las JONS. Garzón se enfrenta a una posible condena de multa y prevaricación.

Garzón con tres frentes abiertos

Además de esta causa, el Alto Tribunal investiga también a Garzón por prevaricación, cohecho y estafa en relación con el dinero que percibió del Banco Santander durante su estancia en la Universidad de Nueva York en los años 2005 y 2006.

El último de los frentes abiertos que tiene el juez está menos avanzado, ya que el Alto Tribunal aún no ha decidido si admite o no a trámite la querella que el abogado y ex fiscal de la Audiencia Nacional Ignacio Peláez interpuso contra él por ordenar la grabación de las conversciones que varios imputados en el "caso Gürtel" que estaban en prisión mantuvieron con los letrados de su defensa.

En este caso, Garzón tiene el consuelo de que el instructor del caso en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, Antonio Pedreira, avaló su actuación el pasado 27 de enero en un auto en el que concluía que la medida estaba justificada, y que la intervención de las comunicaciones "no se adoptó arbitrariamente por el Juzgado", ya que "existían indicios delictivos" que la aconsejaban.

La querella de Peláez, sin embargo, no es la única a la que deberá enfrentarse Garzón por este asunto, ya que el Colegio de Abogados de Madrid anunció que interpondría otra querella y este mismo jueves, el decano de esta institución, Antonio Hernández Gil, ha confirmado que llevarán al juez ante los tribunales.