El juramento de Brown como senador termina con la "supermayoría" demócrata
- Afirma que pronto habrá votaciones en el Senado en las que quiere participar
- Brown dijo en campaña que bloquearía la reforma de salud de Obama
El republicano Scott Brown ocupa ya el escaño del Senado en el que durante casi medio siglo se sentó Ted Kennedy, con lo que los demócratas perdieron la "supermayoría" de 60 en el Senado.
El vicepresidente de EEUU, Joe Biden, ha persidido la ceremonia del juramento de Brown, quien ha viajado a Washington después de que el gobernador de Massachusetts, Deval Patrick, firmara el documento que certifica su victoria en las elecciones especiales del 19 de enero.
El político conservador de 50 años ha jurado su cargo en el Senado acompañado de su esposa Gail y flaqueado por el senador demócrata John Kerry y el senador interino de Massachusetts, Paul Kirk.
“Honrado de estar aquí y conocer al presidente“
En un ambiente distendido, tras la ceremonia, Brown ha dicho sentirse "honrado de estar aquí y conocer al presidente" y agrega que siempre disfrutó de su sentido del humor. "Quiero empezar a trabajar" declaraba a la prensa Brown poco después de jurar el cargo.
Las preocupación de Brown
Brown se mostró preocupado por la subida de impuestos, por el empleo y sobre la reforma sanitaria sobre la que tendrá que posicionarse en breve y expresó su deseo de que "haya negociaciones entre ambos partidos".
Brown dijo el miércoles que habrá pronto votaciones en el Senado en las que le gustaría participar, aunque inicialmente afirmó que necesitaba tiempo para contratar a su equipo y prepararse para su nuevo trabajo como senador de EE.UU.
El liberal Ted Kennedy murió el pasado 26 de agosto de un cáncer cerebral, dos años antes de que concluyera su mandato como senador por Massachusetts.
Desde entonces, Paul Kirk, un amigo cercano del ex senador y ex presidente del Comité Nacional Demócrata (DNC) ha ocupado temporalmente el escaño de Kennedy, a petición de Patrick.
Jarra de agua fría para los demócratas
La ceremonia de este jueves es doblemente amarga para los demócratas porque por primera vez en 37 años un republicano ocupará un escaño por Massachusetts, un sólido bastión demócrata, y por otro afrontan una futuro complicado ante la posibilidad que tienen ahora los republicanos de bloquear la agenda del presidente Barack Obama.
La derrota en uno de los estados más progresistas del país, y en un escaño que durante casi medio siglo ocupó Kennedy, representa un golpe personal para Obama, que hizo campaña a favor de la demócrata Martha Coakley, y un voto de censura a sus políticas.
La victoria de Brown otorga a la derecha estadounidense el poder de veto necesario para bloquear los proyectos de Obama.
En el Senado, los demócratas necesitan 60 votos, de un total de 100, para evitar cualquier táctica obstruccionista de la oposición, aunque la aprobación en sí de cualquier medida requiere 51 votos, que es la mayoría simple.
Durante la campaña electoral por el escaño de Kennedy, Brown afirmó que bloquearía la aprobación de la reforma de salud, que sigue siendo una prioridad del Gobierno.
Pese a ello, ha prometido ser una voz independiente en el Senado. Recientemente dijo a los líderes republicanos en la Cámara Alta que no podrán contar siempre con su voto.