La cifra oficial de muertos en Haití asciende a 250.000, y hay un millón de personas sin hogar
- "Hay que realojar a todos antes de la estación de lluvias", según el presidente
- Miles de haitianos se manifestaron en protesta por la supuesta corrupción
El presidente de Haití, René Preval, estimó que la cifra oficial de muertos a causa del terremoto que el pasado día 12 arrasó el país caribeño es de 250.000 personas, y afirmó que hay en torno a un millón de haitianos sin hogar, cerca de un octavo de la población del país caribeño.
Preval hizo estas declaraciones durante el fin de semana, cuando recibió a una delegación de República Dominicana. El mandatario afirmó, además, que es necesario realojar a las personas a las que el seísmo dejó sin hogar antes del mes de marzo, fecha en la que comienza la estación de lluvias en el área del Caribe.
Miles de haitianos se manifiestan
Por otro lado, miles de haitianos se manifestaron este domingo en la ciudad de Petionville, situada cerca de Puerto Príncipe, en protesta por la supuesta corrupción y acaparamiento en el reparto de la ayuda internacional, según el relato de varios testigos.
Se trata de una de las propuestas populares más numerosas desde el terremoto que arrasó el país el pasado doce de enero, que según cifras oficiales ha provocado 250.000 muertos y ha dejado sin casa a un millón de personas, cerca de un octavo de la población del país caribeño.
La multitud se congregó en el edificio consistorial de Petionville, donde acusaron a gritos a la alcaldesa de la ciudad, Lydie Parent, de acaparar ayuda internacional. Parent, por su parte, no hizo ninguna declaración a los medios.
La mayoría de los manifestantes eran mujeres, que son a las únicas a las que se les entrega la ayuda internacional debido a que éstas son más proclives a compartirla que los hombres.
El personal extranjero en el país sostiene que parte de los alimentos que distribuyen entre la población (especialmente arroz) acaba siendo vendido en el mercado negro. Destacan que esta práctica es inevitable en un país que, según Transparencia Internacional, se encuentra entre los diez más corruptos del mundo.