El gobierno francés pide la firma de un 'contrato' para los extranjeros que se nacionalicen
- La medida está inspirasda en el debate sobre la identidad nacional francesa
- Pide que esa carta recoja el respeto a la igualdad de hombres y mujeres
- La oposición acusa a Sarkozy de estigmatizar al musulmán
El primer ministro francés, Francois Fillon, ha propuesto que los extranjeros nacionalizados franceses firmen una carta de derechos y deberes entre las primeras medidas anunciadas después de un seminario del Gobierno sobre el controvertido debate sobre la identidad nacional.
"Los primeras medidas se enmarcan las propuestas formuladas durante el debate", ha señalado Fillon.
El debate fue pedido por el presidente Nicolas Sarkozy y orquestado desde el 2 de noviembre por el ministro de Inmigración, Eric Besson, acusado por la oposición de izquierda de haber dado pávulo a un "discurso racista".
"El objetivo del Gobierno es fortalecer la integración de los extranjeros en la comunidad nacional", ha declarado Fillon.
"El acceso a la nacionalidad francesa se hará más solemne por la práctica sistemática de las ceremonias de bienvenida y deseamos que en estas ceremonias una carta de derechos y deberes deber ser firmada ante la autoridad pública ", ha declarado el primer ministro.
"Se hará hincapié en el respeto de los valores de la República y en particular el principio de la igualdad entre hombres y mujeres y el nivel de conocimiento del francés será mejorado por clases adicionales si se ve necesario", ha añadido.
"Orgullo de ser francés"
El primer ministro también ha destacado las medidas destinadas a "cultivar el orgullo de ser francés" y la "conciencia de los valores de la República".
"La bandera tricolor será colocada en cada escuela y la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789, que es nuestra referencia republicana, estará presente en cada clase", ha detallado.
También ha mencionado la creación de un carné de "ciudadano joven" y un refuerzo de la educación cívica en las escuelas.
Mientras tanto, la oposición ha llamado a poner fin a un debate organizado "innecesario" e incluso peligroso para la unidad nacional por "estigmatizar" a los entre cinco y seis millones de musulmanes que viven en Francia.