Los aliados ponen a prueba su estrategia con la gran ofensiva contra el bastión talibán de Helmand
- Tropas de la OTAN cercan la región de Marjah, bastión del sur en Afganistán
- Es la primera gran ofensiva tras la nueva estrategia aprobada por Obama
- Los aliados dicen a los civiles que se queden en sus casas con la cabeza abajo
Tropas de la OTAN afinan sus armas para emprender de forma inminente una de las más grandes ofensivas en ocho años de ocupación de Afganistán contra los talibanes mientras cientos de civiles emprenden la huida a zonas más seguras.
La operación -denominada 'Mushtarak' (juntos en la lengua dari)- ha movilizado a miles de soldados afganos y de las fuerzas de la OTAN en el país (ISAF), en su mayoría estadounidenses.
El objetivo es la zona de Marjah, bastión de los talibanes en la provincia de Helmand, principal productora de opio, del que los insurgentes obtienen buena parte de su riqueza.
Ofensiva para disuadir a los talibanes
El asalto, el primero desde que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ordenó el envío de 30.000 nuevos soldados en diciembre, es el comienzo de la campaña del ejecutivo afgano para imponer su control en todas las áreas rebeldes este año antes de que empiece la retirada de las tropas internacionales en 2011.
La operación ha sido anunciada a bombo y platillo por los aliados, que esperan que un éxito contra los talibanes podría persuadirlos a abandonar las armas y aceptar su invitación al diálogo.
"Las operaciones de combate para el asalto Marjah han comenzado", ha declarado el lunes a AFP el teniente coronel James Baker, del primer batallón del regimiento 3 de la Marina, que ha añadido que ésta era la última fase de la preparación de la ofensiva.
En Toor Ghar, a unos cinco kilómetros de Marjah, un fotógrafo que acompaña a los infantes de marina ha informado de que están registrando las casas y edificios buscando sobre todo las bombas y minas que causan la mayoría de las bajas en las fuerzas internacionales .
Los talibanes reiteran con frecuencia que van a pelear, pero en las ofensivas anteriores de las fuerzas internacionales nunca han ofrecido mucha resistencia y se retiran a las montañas para continuar la guerra de guerrillas.
Una zona densamente poblada
Según el gobernador de la provincia de Helmand, Gulab Mangal, 164 familias han abandonado el área en los últimos días para buscar refugio en Lashkar Gah, la capital de la provincia, a unos veinte kilómetros al norte de Marjah.
Con todo, la gran mayoría de los 80.000 habitantes de la zona han permanecido en sus casas. A ellos el representante civil de la OTAN les ha instado a que "mantengan sus cabezas abajo" "y "se queden en sus casas" cuando la operación comience.
"Esperamos que la fase militar de esta operación transcurra rápidamente y con las menores incidencias posibles. Esto por supuesto dependerá mucho de la conducta de las personas que estén en Marjah en ese momento, de si deciden resistir o bajar sus armas", ha advertido este representante, Mark Sedwill.
De hecho, la ISAF se ha encargado de anunciar la operación durante meses para persuadir a los insurgentes a que se rindan y no haya un baño de sangre.
Sin embargo, los civiles que han abandonado la zona informan de que los insurgentes están construyendo túneles y se preparan para la lucha.
Bajo la ley internacional, las tropas de la OTAN están obligadas a dar apoyo humanitario a cualquiera que abandone la zona. Con todo, según Human Rights Watch, la doctrina de las tropas de que la población permanezca en sus casas -haciendo que la región siga estando densamente poblada- hace que la OTAN tenga especial responsabilidad para evitar la muerte de civiles inocentes.
"Sospecho que ellos creen que tienen la habilidad general de distinguir entre combatientes y civiles. Yo lo pondría en cuestión dada su larga historia de errores, particularmente cuando usan la fuerza aérea", ha subrayado Brad Adams, de Human Rights Watch.