Enlaces accesibilidad

Secuencian por primera vez el genoma de un hombre de hace 4.000 años

  • El ADN se ha extraído de un pelo que se conservó congelado en Groenlandia
  • Gracias a él, los científicos pueden describir cómo sería este esquimal primitivo

Por

Un grupo de investigadores ha conseguido por primera vez secuenciar el genoma de un hombre que vivió hace 4.000 años gracias a que sus restos permanecían congelados en Groenlandia.

El trabajo,  publicado en la revista Nature,  además de suponer un avance sustancial en las técnicas de secuenciación de ADN, ha permitido descubrir una migración que tuvo lugar hace 5.500 años.

Es la la primera vez que los científicos han podido   reconstruir el 80% del genoma nuclear que es posible   recuperar de los restos fósiles. A partir de las secuencias  genómicas,  los investigadores han reconstruido la imagen de un  individuo varón que  vivió en Groenlandia hace 4.000 años y perteneció  a la primera cultura  que se asentó en el Ártico. 

El   descubrimiento se realizó mediante el análisis de un pelo que  pertenecía a un hombre de la cultura 'Saqqaq' del noroeste de  Groenlandia con cuatro milenios de antigüedad. Los científicos han  llamado al individuo 'Inuk', que significa 'hombre' o 'humano' en  groenlandés.

Aunque Inuk está más cercano a las tribus siberianas del noreste  que a los modernos inuits actuales del Ártico, los científicos  remarcan que el descubrimiento se realizó en Groenlandia. 

El pelo del  que parte el estudio se descubrió durante una excavación en el  noroeste de Groenlandia en los 80 y se guardó en el Museo Nacional de  Dinamarca. 

Los datos extraídos demuestran que se produjo una migración de seres humanos desde Siberia hacia el continente americano distinta de las que dieron lugar a los actuales nativos americanos y a los esquimales.

Gracias a su ADN se ha podido saber su color de piel y el espesor de su cabello

Después de secuenciar su ADN, los científicos han podido utilizarlo como plantilla para dar una descripción sobre el aspecto de Inuk,  incluyendo su tendencia a la calvicie, sus ojos castaños, la piel oscura, el tipo A+ sanguíneo, la forma de sus paletas dentales y que estaba adaptado genéticamente a las bajas temperaturas y hasta qué punto estaba predispuesto a ciertas enfermedades. 

Según los investigadores la secuenciación del genóma pueden servir para identificar los rasgos físicos de individuos que pertenecieron a culturas ya extintas.

El hallazgo es especialmente importante porque existen muy pocos datos  sobre los grupos humanos de ese momento y zona ya que apenas hay restos  arqueológicos de su cultura.