La hija de uno de los implicados en el caso Palau cobró cheques por valor de 3 millones de euros

• La ex directora financiera dice que lo cobraba en calidad de conserje
• La defensa del Palau dice que no puede alegar "ignorancia"
• Asegura que ordenaba pagos vinculados a empresas de Millet y Montull

La ex directora financiera del Palau de la Música Gemma Montull ha declarado este jueves, en el juicio contra la institución por despido improcedente, que no desempeñaba funciones de directora financiera y ha explicado que cuando iba a cobrar cheques a los bancos lo hacía en calidad de "conserje"  porque no estaba el de turno.

En el juicio que se ha celebrado en la Ciutat de la Justicia de L'Hospitalet (Barcelona), la hija de Jordi Montull, mano derecha de Felix Millet, ha insistido en que ella no ordenó el pago de facturas y que cuando recogía el dinero se lo entregaba directamente a Millet o a su padre. "El señor Millet controlaba hasta el último céntimo del Palau", ha añadido. 

Según la defensa del Palau, el montante extraído por Montull mediante cheques ascendía a unos tres millones de euros y el valor de los pagos que desvió en facturas superó los 250.000 euros.

Uno de los peritos de la auditoria Deloitte, que también ha sido llamado a declarar, ha explicado que de los 3,2 millones de euros cobrados mediante cheques por Gemma Montull, 2,9 millones no estaban registrados en la contabilidad de la empresa.

Ante la actitud de la joven, el letrado del Palau constató que Gemma Montull, imputada en el caso, no puede alegar "ignorancia" porque ordenaba pagos vinculados a empresas de Millet y Montull por importes "astronómicos". Entre ellas, la empresa Aurea Rusula, de la que su madre, Mercedes Mir, era administradora única. 

Al preguntársele por los regalos que recibía, Montull ha explicado que ninguno le pareció sospechoso y ha recordado que es hija única y su padre "no tiene a quién más hacer regalos".