Archivada la querella contra Botín y Rato por la compra de Aguas de Fuensanta
- "No existen motivos" de delito en la compra del 43% de la compañía
- El precio abonado, casi 770 millones de pesetas, "no es desproporcionado"
El Juzgado de Instrucción número 47 de Madrid ha acordado archivar la querella por la compra por parte de Banesto del 42,9% de Aguas de Fuensanta a la familia Rato, en la que estaban imputados entre otros el presidente del Banco Santander, Emilio Botín, y el actual presidente de Caja Madrid, Rodrigo Rato.
El juez José Sierra sostiene que "no existen motivos" para afirmar que en esa operación -por la que la familia Rato logró 769,94 millones de pesetas en 1999- o en la venta de un edificio de Banesto a otra sociedad se produjeran delitos de apropiación indebida, administración desleal, falsedad en documento mercantil, cohecho o negativa a socio del derecho de información.
Según la querella criminal, la operación de Aguas de Fuensanta tenía el objetivo de "ganarse el favor de Rodrigo Rato", entonces ministro de Economía, dado que el precio que se pagó fue desorbitado para una sociedad en "quiebra técnica" y buscó cancelar los créditos de la familia Rato con Banesto.
Precio "plenamente justificado"
En un auto del 5 de febrero, el juez destaca que el precio abonado por Banesto por el 43% de Aguas de Fuensanta a través de varias operaciones "no es desproporcionado ni irrazonable", y "realmente estaría plenamente ajustado" a la valoración que dieron los peritos judiciales durante la fase de instrucción.
En concreto, Sierra recuerda que, según el método de valoración por flujos de caja, los peritos asignaron a Aguas de Fuensanta un valor de entre 1.000 y 2.000 millones de pesetas.
Por tanto, cree que se "puede justificar la actuación" de Banesto, ya que los 1.794 millones de pesetas en que se valoró Aguas de Fuensanta tras la compra del 43,9% del capital por parte del banco serían superiores a los 1.650 millones ofrecidos por Aguas de Perrier Vittel del grupo Nestlé, cuya compra se frustró, aunque inferiores a los 2.000 propuestos por la cervecera Damm.
Además, el juez considera que "la operación realizada ha de estimarse dentro de la razonabilidad y puede afirmarse que habría sido una buena alternativa para los intereses del banco y de la contraparte", que negociaban cómo resolver los impagos de un crédito de la familia Rato, vencido en abril de 1998.
Control de la compañía
El juez relata que Banesto, "ante los riesgos de ejecutar la prenda, las acciones de Aguas de Fuensanta, y no satisfacer su derecho optó por la compra, consiguiendo una posición de control de la mercantil, reembolsó en su totalidad el préstamo y anuló el riesgo crediticio".
Así, logró evitar una pérdida de 387 millones de pesetas y "solventó los problemas de cobro de una deuda", pese a que tuvo que realizar provisiones y soportó un "coste" de 205 millones de pesetas.
Por tanto, el juez defiende que las "operaciones complejas" que se realizaron para adquirir el 36,89% de Aguas de Fuensanta de forma directa y el 6% de forma indirecta "se enmarcaría en el principio de libertad de actos en la actuación mercantil" que "responden a operaciones de opción cuyo coste global no es desproporcionado ni irrazonable".
A raíz de la presentación de la querella por Francisco Franco, Antonio Panea y Javier Sotos (que han impulsado numerosas causas contra el Banco Santander), fueron citados como imputados en mayo de 2008 otras 15 personas, entre las que figuran el consejero delegado del Santander y ex presidente de Banesto Alfredo Saénz, el hermano de Botín, Jaime Botín, y el hermano del ex ministro de Economía Ramón Rato.