Francia indemnizará a los afectados por sus pruebas nucleares
- Francia reconoce cientos de afectados, las asociaciones hablan de miles
- La mayor parte de las pruebas fueron realizadas en Argelia y el Pacífico
El Gobierno francés calcula que las personas que tendrán derecho a una indemnización como afectados por las pruebas nucleares que el país realizó desde que logró dotarse de la bomba atómica hasta 1996 serán varios cientos de personas, pero no más.
El ministro de Defensa, Hervé Morin, ha insistido, en declaraciones emitidas por la emisora de radio France Info en que con el texto legislativo de las indemnizaciones, que debe entrar en vigor de aquí a abril, se podrán beneficiar "cientos de personas" y no miles como afirman las asociaciones de damnificados.
Los que se consideren afectados tendrán que presentar una demanda y serán sometidos a exámenes médicos para evaluar si sus presuntas dolencias encajan con las contempladas por el dispositivo del Ejecutivo, en concreto 14 tipos de cáncer, y si derivan del hecho de encontrarse en las zonas oficialmente reconocidas como de irradiación de las pruebas atómicas, ha precisado Morin.
El Ministerio de Defensa ha establecido una provisión de 15 millones de euros para las indemnizaciones.
50 aniversario de la primera prueba nuclear francesa
El debate sobre los damnificados ha vuelto a la actualidad francesa coincidiendo con el 50 aniversario de la primera prueba nuclear realizada por Francia en el desierto del Sahara de Argelia -entonces colonia francesa-.
Con esa explosión, bautizada 'Gerboise bleue', Francia se convirtió el 13 de febrero de 1960 en la cuarta potencia en dotarse de la bomba atómica, tras Estados Unidos, la Unión Soviética y el Reino Unido.
Desde entonces realizó en total 210 ensayos tanto en el Sahara como en Polinesia hasta que firmó el tratado de prohibición total de pruebas en 1996.
No obstante, el país ha continuado modernizando su potencial -ahora dispone de unas 300 cabezas nucleares- y el pasado 27 de enero efectuó con éxito un primer lanzamiento en el mar de su misil M51, concebido para poder lanzar proyectiles atómicos desde sus submarinos, con un alcance de 8.000 kilómetros y más precisión que sus predecesores M45.
Francia dedica unos 3.000 millones de euros anuales a la disuasión nuclear, lo que representa en torno al 10 por ciento del presupuesto del Ministerio de Defensa y alrededor del 0,20 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB).
El verdadero artífice político de la bomba atómica francesa fue el general Charles de Gaulle, que lanzó el proyecto al final de la Segunda Guerra Mundial en 1945 con la creación del Comisariado de la Energía Atómica (CEA) y, como presidente de la República pudo coronarlo con el ensayo de Reggane (Sahara) en febrero de 1960.