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Los paramilitares colombianos desmovilizados confiesan haber cometido 30.470 asesinatos

  • Así lo refleja un informe de la Unidad de Justicia y Paz de la Fiscalía
  • Este martes han detenido a un presunto paramilitar acusado de 2.500 crímenes    

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Antiguos integrantes de grupos paramilitares colombianos han confesado haber cometido 30.470 asesinatos. Declaran como parte del proceso de desmovilización, que les otorga beneficios judiciales si admiten sus crímenes.

En un informe de la Unidad de Justicia y Paz de la Fiscalía se recogen estas confesiones desde el inicio de las gestiones de este órgano, en agosto de 2006, hasta el 31 de diciembre de 2009.

De acuerdo con el informe, difundido por algunos medios colombianos, 4.112 ex combatientes de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) han reconocido su responsabilidad en esos asesinatos cometidos entre la década de los ochenta, momento en el que surgieron estos grupos, y el momento en que se desmovilizaron, a partir de 2003.

Además, el informe indica que más de 2.500 personas, la mayoría civiles, fueron víctimas de desaparición forzosa por parte de estos grupos de extrema derecha, que además participaron en más de 1.000 matanzas de campesinos y dirigentes comunales.

Las cifras confirmadas, muy inferiores

La Fiscalía tiene la misión de comprobar que dichos delitos se han cometidos realmente, pero hasta diciembre de 2009 ha verificado cifras muy inferiores a las que muestra el informe: 11.797 homicidios, 1.412 desapariciones forzadas y 485 masacres, entre otros delitos.

De hecho, Human Rights Watch ha denunciado que de los paramilitares desmovilizados han surgido nuevos grupos que siguen cometiendo atrocidades y tienen presencia en gran parte del país, unas declaraciones que han levantado ampollas en el Gobierno de Uribe.

La Ley de Justicia y Paz, promulgada en 2003, es el marco jurídico mediante el cual el Estado colombiano otorga beneficios judiciales a los miembros de cualquier grupo armado ilegal que se desmovilicen, confiesen sus delitos, y acepten reparar a sus víctimas.

Entre 2003 y 2006 más de 31.000 paramilitares de las AUC se desmovilizaron tras llegar a un acuerdo con el Gobierno del presidente Álvaro Uribe y, de éstos, unos 4.000 están siendo procesados en el marco de Justicia y Paz.

El último detenido, arrestado este martes, es Arnolfo Santamaría Galindo, un presunto paramilitar que nunca se desmovilizó y que está acusado de unos 2.500 asesinatos, entre ellos el de un líder cívico de la frontera sur con Ecuador, según informan las autoridades.

Tras las capturas, extradiciones y entrega de las armas de algunos líderes paramilitares, quedaron los mandos medios, que, según las autoridades de ciudades como Medellín, son los responsables de los repuntes de violencia registrados en el último año.