Así fue el asesinato que pone en jaque a Israel
- El cabecilla reservó la habitación frente a la víctima y se fue antes del asesinato
- Una pareja con pasaporte irlandés dirigió la operación sobre el terreno
- Cuando llegó a Dubai el destino del líder de Hamás estaba casi escrito
- Los sospechosos tardaron apenas media hora en asesinarle y dejar el hotel
A las 12:09 de la mañana del 18 de enero llegan al aeropuerto de Dubai dos británicos, James Leonard y Michael Lawrence. Parecen ser dos británicos que llegan a hacer negocios al centro financiero por excelencia del mundo árabe.
Media hora después lo hacen dos irlandeses, Gail Foliard y Kevin Daveron, desde Paris. Aparentan ser una pareja de viaje romántico a la ciudad árabe de los rascacielos.
Sin embargo, ninguno son lo que dicen ser y el fin de su breve visita al emirato no es un motivo que aparezca en los formularios que reparte la aerolínea antes de aterrizar: asesinar a un líder militar de Hamás que va a llegar al dia siguiente.
El escándalo generado por la muerte en el hotel de lujo Al-Bustan de Mahmud Al-Mabhuh ha permitido conocer cómo funciona un comando perfectamente coordinado para eliminar un objetivo.
Todo gracias a las cámaras de seguridad del hotel y del aeropuerto, con las que la Policía de Dubai consiguió identificar a los once sospechosos con pasaporte europeo apenas 24 horas después del crimen. Sobre ellos pesa ya una orden de arresto de la Interpol.
El jefe y la enigmática bolsa
Ellas han captado cómo este equipo acaba con la vida del miembro de Hamás apenas sin dejar rastro. El problema es que, aunque se da por hecho que no podrán ser detenidos ni identificados por usar pasaportes falsos, el mero hecho de saber al minuto su modus operandi destapa las vergüenzas del más que probable instigador del crimen: el servicio secreto israelí (Mosad).
Leonard, Mawrence, Foliard y Daveron parecen seguir las órdenes de un tal Peter Eldinger, de nacionalidad francesa. Este hombre de mediana edad es la personalidad más enigmática del comando.
Lleva una pequeña bolsa de mano que se convierte en su único nexo con el resto del equipo. 24 horas después de su llegada a Dubai se la entrega a Daveron en el hall del hotel, justo cuando su misión ha terminado.
Antes, se ha alojado en otro hotel, desde el cual ha reservado la habitación que está enfrente de la del líder de Hamás después de recibir la información del número por parte del primer equipo de seguimiento. Es la 237.
Según la Policía de Dubai, en la misma llamada reserva su vuelo. Solo tiene que ir al hotel de la víctima, hacer el check-in y pasarle la tarjeta a Daveron que, con Foliard, parece ser el encargado de dirigir la operación sobre el terreno.
A las 19:30 del 19 de enero -aproximadamente una hora antes del asesinato- está embarcando hacia Múnich via Qatar. Limpio y sin rastro.
Cinco horas para morir
Pero volvamos a Mahmud al-Mabuh. Sobre las 15:20 aterriza en Dubai y se dirige a su hotel. Desde el aeropuerto, tiene un equipo de seguimiento encima. Este equipo le sigue hasta el hotel y allí averigua que está en la habitación 230.
Tras pasarle la información al jefe, se repliega.
Apenas una hora después, otro equipo de seguimiento le 'acompaña' en la última salida antes de su muerte. Al marcharse, empieza a funcionar la maquinaria que dará lugar a su asesinato.
Una vez que Kevin Daveron tiene la llave de la habitación de enfrente, sube al lugar del crimen, del que no bajará hasta el asesinato. Su acompañante Gail llega media hora después. Quedan apenas tres horas para el crimen.
18:32. Sube el pimer equipo de ejecutores. 18:34. Le sigue el segundo equipo de ejecutores. Ellos, junto con el tercer equipo de seguimiento -que se encarga de vigilar el retorno del miembro de Hamás, serán los últimos en abandonar el hotel.
20:24. Mahmud al-Mabhuh sube a su habitación sin saber que su vida está a punto de acabar. Haciéndose pasar por personal del hotel o manipulando la tarjeta de su habitación, Kevin y Gail han logrado colarse en la 230. Le esperan con los dos equipos ejecutores. El asesinato les lleva apenas quince minutos.
Huida a todos los lugares del mundo
A las 20:51 el último equipo de vigilancia deja el hotel. Gail y Kevin vuelven a París. Leonard y Lawrence van a Fráncfort. Otros dos equipos de dos van a Suráfrica y a Hong Kong.
Solo hasta las una del mediodía del día siguiente el personal del hotel descubre que su cliente está muerto. La autopsia dice que falleció por un aumento de presión en el cerebro.
La Policía cree que fue electrocutado, quizá con lo que había dentro de la bolsa del jefe del grupo. El oasis de Oriente Medio se ha convertido en escenario de un crimen casi de película.
Puede que nunca sepamos quiénes son realmente los actores, pero el director -con una trayectoria de asesinatos a sangre fría que le avala- teme que esta vez le adjudiquen con toda claridad su obra.