Drapeado y superposición, protagonistas en el segundo día de Cibeles Madrid Fashion Week 2010
- Del Pozo, Francis Montesinos y Agatha Ruiz de la Prada desfilaron por la mañana
- Victorio & Lucchino, Berhanyer, Roberto Verino y Adolfo Domínguez, por la tarde
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El drapeado, la superposición de tejidos y el abrigo fueron los protagonistas, junto a los estampados de Francis Montesinos y el juego colorista de Agatha Ruiz de la Prada, de la segunda jornada de Cibeles Madrid Fashion Week.
"Conceptual", la colección de Victorio & Lucchino, primera de la tarde del viernes, es suave e incluso frágil, pero no racial.
Vainilla, maquillaje, rosa, gris plomo y verde para vestidos mini que buscan nuevos volúmenes a través de los drapeados y la mezcla de tejidos (tul, bouclé, terciopelo, gasa, satén y bambula) y consiguen una sutil complejidad, en ocasiones cubista, capaz de fluir con tímido movimiento.
Chaquetas y abrigos abullonados y vestidos de gala plisados con colas, caídas y escotes propios de una diosa etérea cerraron el desfile, en el que también hubo lugar para una propuesta sport para el hombre: chaquetas de lana, camisetas de algodón y pantalones de punto siempre en tonos oscuros.
Los diseñadores andaluces estuvieron arropados por numerosas personalidades públicas como la periodista María Teresa Campos, la duquesa de Alba o el torero Francisco Rivera.
Rojo y negro de Elio Berhanyer
La templanza del desfile de Victorio & Lucchino ha dado paso a la intensidad en rojo y negro de Elio Berhanyer, que ha introducido imponentes hombreras -a veces adornadas con pedrería- en vestidos y trajes de chaqueta y ha recurrido a brocados, monteras, gorros de goyesca, terciopelos y gasas para vestir a una mujer distinguida.
“Berhanyer ha jugado al despiste con sobriedad y colorismo“
Berhanyer ha jugado al despiste con sobrios abrigos que descubrían intensos colores en su interior, a juego con los bordados de los vestidos que cubrían.
Frente a la moderación inicial, las pieles y los vestidos de fiesta han añadido pasión con drapeados, pedrería, lentejuelas, plumas, plisados, mangas espectaculares que se funden con la cola y espaldas al aire.
El diseñador octogenario ha recibido una ovación del público que se ha puesto en pie -entre el que se encontraban la condesa de Romanones, la condesa de Montarco, Marina Danko y María Zurita-, a la que respondió arrojando una rosa roja sobre el piso que hacía las veces de pasarela.
París en la propuesta de Verino
Roberto Verino ha querido trasladar la versatilidad urbanita de París a sus prendas, funcionales pero delicadas y hechas para resistir los azotes del tiempo.
Abrigos y trajes de sastre de alpaca, paño y tweed en vivos verdes, rojos y azules, terminados con sofisticadas plumas e incluso pedrería, al igual que unos plumíferos reinventados que cubren oscuros y sensuales vestidos de noche en seda, chantilly y encaje.
Pero también recurre a acabados tecnológicos plateados con plástico y metal, a artesanos manguitos y calentadores de lana y apuesta por las hombreras, las faldas cortas y los pantalones de pata ancha. Para el hombre, abrigos más sport con exquisitas pieles en el interior y sastrería perfecta.
'Patchwork' geométrico de Domínguez
Cierra la jornada un Adolfo Domínguez que mira al cosmos y al futuro para crear piezas de patchwork geométricas de distintos tejidos: pieles sintéticas, bouclé, nylon, lana, alpaca, pelo cortado y sedas.
“El pianista Mychael Nyman ha tocado en directo“
La música en directo del compositor Michael Nyman sirve para añadir emoción al desfile de unas prendas rectas pero pegadas al cuerpo y en las que el drapeado se impone para embellecer las siluetas.
Vestidos de terciopelo y abrigos largos hasta los pies, chaquetas cortas, mini vestidos y pantalones "harem" en colores azul noche, ceniza, negro, pavo real, rojo volcán y turquesa son la esencia de la propuesta de Domínguez.
Sobriedad y colorismo
En la mañana del viernes, Jesús del Pozo, Francis Montesinos y Agatha Ruiz de la Prada ofrecieron sus propuestas, desde la sobriedad al colorismo más típico de la diseñadora.
Jesús del Pozo ha sido el encargado de abrir la segunda jornada de Cibeles con una colección urbanita que apuesta por las superposiciones y la combinación de tejidos dispares.
El estampado es el protagonista de la colección del transgresor Francis Montesinos, folclórica e inspirada en el mar, que encontró en una teatral Paola Dominguín a su musa perfecta.
Otra aventurera colorista, Agatha Ruiz de la Prada, recurre a los oversize, los iconos cosidos y vueltos en seda, los aros en los vestidos y los grandes volúmenes.