El día de "Los grandes"
- Elio Berhanyer, Jesús del Pozo, Francis Montesinos...
- Después de los jóvenes diseñadores, llegan los clásicos
Aunque Cibeles arrancó ayer con las colecciones de los jóvenes diseñadores es hoy cuando se llena de prensa, invitados VIP y los nombres más conocidos de la moda española. "Los grandes", los ilustres que han cruzaron fronteras como Elio Berhanyer que en los años 70 hacía la maleta de Aline Grifftith para ir a las fiestas mas fabulosas de Nueva York y su vestuario hacía las delicias de los cronistas sociales de la época.
Desayunamos con Jesús del Pozo. Sobre el plato una colección elegante y muy bien estructurada. Siluetas sencillas esconden una exquisita labor de patronaje, y las superposiciones destacan por su aire joven y fresco.
Los colores son armónicos, casi siempre cálidos, tanto que restan frialdad a los azules cuando están cerca.
El negro reclama a gritos su protagonismo y tan sólo se deja acompañar de un cinturón pequeño con tímidos. Francis Montesinos se muestra menos festivo que en otras ocasiones. Su colección, de aires dramáticos, apuesta por el negro dejando sus colores con personalidad para los vestidos de noche.
Francis es generoso con los tejidos y con las transparencias. Viste y ¿reviste¿ a las mujeres con vestidos, chales y capas pero desviste a los hombres que han desfilado con el torso desnudo.
Entre ellos, Jon Kortajarena. El top model español, actor ocasional de la mano de Tom Ford, también se ha subido a la pasarela de Victorio&Lucchino. Los sevillanos se alejan cada vez más del flolckore andaluz , con el que han cosechado muchos éxitos, para buscar otras culturas y otras fuentes de inspiración.
En esta ocasión es la Grecia clásica, y en especial, su arquitectura.Como columnas dóricas sus vestidos tienen plisados elegantes que, a veces , llegan al suelo.
Los escotes se adornan con generosos drapeados y juegos de telas, como capiteles jónicos. Dorado, oliva, níquel y vainilla , siempre brillantes, maquillan la colección con timidez ,huyendo esta vez de los excesos.
Curiosamente, Ágatha Ruiz de la Prada también llena su pasarela de plisados y brillos, aunque con colores más alegres.
Sus volúmenes son excesivos y sus siluetas atrevidas, tanto que se adentran en la estética del comic.
Verdes, morados, azul noche y plata. Es la paleta cromática de Roberto Verino que ha sorprendido con un desfile discotequero. Tiene 65 años y asegura que disfruta de su trabajo. Tanto, que morirá con las botas puestas.
La misma ilusión tiene Elio Berhanyer, el decano de Cibeles. Rojo, negro y blanco son los colores de su bandera. La bandera de la elegancia. Los vestidos de cocktail son su fuerte y en esta ocasión lucen aplicaciones de azabache. En negro riguroso también su esmoquin, que sale del armario para vestir a hombres y mujeres. Un contraste elegante con su bata blanca, la que luce siempre cuando sale a saludar.
Cuando las fuerza flaquean se apaga la luz. Entonces suena una nota, y otra, y otra. Es el desfile de Adolfo Domínguez, otro grande que ha regresado a Cibeles. La banda sonora de "El Piano", tocada en vivo por su compositor Michael Nyaman, envuelve una colección en azules y negros. Uno de los guiños que hace a los magníficos años 80.
La música ha cambiado y también el aire de las prendas que es joven pero recatado. Su "arruga" sigue siendo bella y luce elegante en vestidos que se aprietan a la cintura. Destacan los juegos de tejidos en el mismo color y los trajes para hombre con cuello mao.
Las notas han vuelto a cambiar, y una voz desgarrada y tanguera hace que bailen vestidos en rojos y azules, con estampados tan pequeños que parecen estrellas. Es hora de descansar.