Juanjo Oliva trae a Cibeles la estética de esgrima con cortes asimétricos
- Presenta "En Garde", una propuesta arriesgada, potente y, pocas veces, delicada
- Su propuesta combina prendas cálidas y envolventes con costuras marcadas
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Cibeles se viste hoy de lujo. Lujo firmado por Juanjo Oliva, Angel Schlesser, Miguel Palacio y Amaya Arzuaga. Etiquetas "chic".
Con ellos Antonio Alvarado, nombre que nada más pronunciarlo evoca tiempos gloriosos de la "Moda de España" y la historia de Cibeles. Hannibal Laguna, Duyos y Roberto Torreta completan el calendario en el que es, sin duda, el mejor día de Cibeles.
"En Garde" es el título de la colección de Juanjo Oliva, y "en guardia" te sientes con las primeras salidas. El "look" de la esgrima es el punto de partida de una propuesta, arriesgada, potente y, pocas veces, delicada.
Destacan las hombreras con cascadas de pliegues que recuerdan al tejado de la Ópera de Sydney. Los desfiles de Juanjo Oliva hablan de viajes, de otras culturas. En esta ocasión, florín en mano, el madrileño explora nuevos territorios.
Oliva ofrece un paseo del Ártico al Mediterráneo
Las modelos recuerdan a Scott, Evans y Amundsen, los aventureros de la Antártica. Llevan abrigos y capas que lucen las costuras como si fueran nervios que llevan la sangre de la "Alta Costura".
Juanjo Oliva no encuentra barreras, ni normas. Sus zapatos son obras de arte, y sus pulseras llevan flecos que buscan el suelo. En el viaje de vuelta nos propone una parada en los fiordos noruegos.
Las prendas se vuelven cálidas, envolventes, menos rígidas. El día es refinado y la noche elegante, con fruncidos pero sin plisados. Todo en verdes, salmón y un rosa palo.
Cortes asimétricos y vestidos drapeados
La ruta continúa hacia el mediterráneo para rescatar aires helénicos con cortes asimétricos. Los vestidos llevan un hombro al aire, otros escotes irregulares y los más femeninos detalles de encaje.
Un adorno que se asoma tímidamente al principio pero va cogiendo protagonismo y llega a confundirse con un estampado que se enamora de la seda, y casi se convierte en un tatuaje. El encaje es muy español, como la esgrima, disciplina que algunos historiadores dicen que nació en el siglo XIV.
En esa época las mujeres llevaban vestidos con cola que recogían en su brazo al caminar. Como hacen las modelos de Juanjo Oliva con las colas de sus vestidos drapeados. "En Garde" es una colección difícil, pero no complicada de llevar, difícil de hacer.
Por eso su creador , felicitado en el backstage , dice que le ha costado mucho hacerla. Ha sido un duro trabajo pero la recompensa ha tenido forma de ovación. Merecida, por supuesto. "Touché", directo al corazón. Nos ha enamorado.