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Prisión incondicional para los tres presuntos etarras detenidos en Cataluña

  • Se trata de Faustino Marcos Álvarez, Jon Rosales Palenzuela y Adur Aristegi Aragón

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El juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska ha dictado este sábado prisión incondicional para los tres presuntos miembros de ETA detenidos esta semana en distintos puntos de Cataluña, Faustino Marcos Álvarez, Jon Rosales Palenzuela y Adur Aristegi Aragón.

Faustino Marcos Álvarez fue detenido el pasado martes en un tren de un tren en la frontera de Portbou (Girona), cuando pretendía entrar en España con la intención de instalar un centro logístico de la banda en un almacén de Barcelona y en una masía de Girona.

Según ha declarado en dependencias policiales, su intención era la de alquilar un piso en Barcelona y una masía en la provincia de Gerona.

Para ello, este presunto etarra llevaba consigo 6.000 euros en metálico en el momento de su arresto por agentes de la  Brigada Móvil de la Policía Nacional llevado a cabo en el mismo tren.

El terrorista iba armado y portaba un ordenador así como numeroso material informático (cinco lápices USB, dos discos duros  externos, varios Cds y DVDs) que está siendo objeto de análisis por parte de los agentes de la Comisaría General de Información y podría aportar numerosos detalles a las intenciones de la banda.

El presunto etarra iba dentro un tren que procedía de Francia. Faustino Marcos Álvarez iba armado y llevaba documentos falsos.

Por su parte, Jon Rosales Palenzuela y Adur Aristegi Aragón, fueron arrestados en un paso fronterizo cercano a Camprodon (Girona) y están vinculados con el presunto etarra Ibai Beobide, detenido el pasado sábado y que estaba encargado de dinamizar y coordinar al menos tres "taldes" de ETA preparados para atentar.

"ETA intenta diversificar su logística fruto de los problemas que  tiene en Francia", admitió el jueves desde Lisboa el propio ministro del Interior Alfredo Pérez Rubalcaba, quien precisó que la intención  de ETA era la de contar en Cataluña con una fábrica de bombas  parecida a la que fue desarticulada a principios de este mes en la  localidad portuguesa de Obidos en la que los terroristas guardaban  1.500 kilos de explosivo.