El Supremo decide continuar con la investigación a Garzón por los cursos que dio en Nueva York
- Desestiman así el recurso de súplica interpuesto por el juez
- La causa se suma al proceso abierto por la investigación de crímenes del franquismo
La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo ha decidido este lunes seguir adelante con la investigación al juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón por las presuntas irregularidades cometidas en relación con los cursos que impartió en Nueva York y que fueron patrocinados por el Banco Santander.
Los magistrados de la Sala de lo Penal, a través de un auto hecho público este lunes, han decidido desestimar el recurso de súplica interpuesto por Garzón contra la decisión de iniciar una nueva investigación contra él. Esta nueva causa se suma al proceso abierto en el Alto Tribunal contra Garzón por un presunto delito de prevaricación supuestamente cometido durante su investigación de los crímenes de la dictadura de Franco.
La Sala de lo Penal decidió el pasado 28 de enero admitir a trámite la querella interpuesta por los abogados Antonio Panea y José Luis Mazón en la que se acusa a Garzón de haber cometido delitos de cohecho y prevaricación por no abstenerse en una causa contra el Banco Santander a pesar de haber recibido un patrocinio de esta entidad bancaria para los cursos que impartió en la Universidad de Nueva York.
Garzón recurrió esta decisión alegando haber sufrido indefensión. Los magistrados señalan en el auto hecho público este lunes que "no se aprecia ninguna indefensión relevante" porque "las actuaciones practicadas sólo afectan a una decisión de admisión a trámite, que en nada condiciona la resolución sobre el fondo". Además, destacan que la intervención del querellado en la fase previa no está prevista expresamente por la ley.
"Querido Emilio"
La querella aportaba como una de las pruebas más relevantes las cartas en las que Garzón pidió, y posteriormente agradeció, al presidente del Banco Santander, Emilio Botín, la financiación de los cursos de Nueva York. Unas misivas en las que el magistrado utilizaba términos como "querido Emilio" o "te mando un gran abrazo".
Los abogados Panea y Mazón destacan que, unos meses antes, el Banco Santander otorgó a los cursos que el juez impartió entre marzo de 2005 y junio de 2006 en el Centro Rey Juan Carlos, adscrito a la Universidad de Nueva York, un patrocinio de 302.000 dólares.
Tan sólo unos meses después de regresar de Estados Unidos, su juzgado se hizo cargo de la denuncia presentada contra varios directivos del Banco Santander, entre ellos Botín, a los que se acusaba de la apropiación indebida de la sociedad SCI Gestión.
El juez de la Audiencia Nacional no sólo no se apartó del caso, sino que, en un auto dictado el 27 de noviembre de 2006, decidió archivar la causa.
En contra del criterio de la Fiscalía
A la hora de admitir a trámite esta querella, la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo subrayó que no se puede excluir ahora que "la respuesta positiva" del Banco Santander y su "generosa aportación" a los cursos que impartió Garzón "no esté relacionada con el cargo público que desempeña quien hace la petición, ni que éste pudiera verse así beneficiado".
Además, los magistrados aseguraron que "tampoco puede excluirse absolutamente una eventual relevancia de su conducta posterior", en referencia a la decisión de Garzón de archivar la querella contra Botín.
El Alto Tribunal adoptó esta decisión en contra del criterio de la Fiscalía, que considera que los hechos denunciados no son constitutivos de delito y pidió la inadmisión de la querella.
Esta nueva investigación conlleva que, con toda probabilidad, Garzón deberá acudir al Tribunal Supremo para declarar como imputado ante el instructor de la causa, el magistrado Manuel Marchena Gómez.