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España acepta la propuesta de Bruselas para prohibir el comercio de atún rojo a partir de 2011

  • El fin es evitar la sobreexplotación del recurso, muy solicitado en Japón
  • Espinosa afirma que la propuesta "encaja" con la postura española
  • Se espera que se incluyan excepciones para pesca artesanal y ayudas

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A wholesaler cuts a tuna at the Tsukiji fish market in Tokyo
Los mayoristas despiezan un atún en el mercado de Tsukiji, la mayor lonja de Tokio. Japón es el mayor consumidor mundial de atún rojo, con el 80% de las capturas.

La Comisión Europea ha propuesto a los Estados miembros de la Unión Europea que respalden la prohibición del comercio del atún rojo a partir de marzo de 2011, una propuesta que, según la ministra española del Medioambiente, Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, "encaja con lo que ha defendido España", el país comunitario con más cuota de capturas.

"No tenemos otra elección que actuar ahora y proponer la prohibición del comercio internacional" del atún rojo, ha declarado a la prensa el comisario europeo de Medioambiente, Janez Potocnik, en un receso del Consejo de Ministros de Agricultura y Pesca que se celebra en Bruselas.

Con todo, la postura que la UE defenderán en la reunión de la Convención del Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) que se celebrará en marzo en Doha (Qatar) no se discutirá en esta reunión, sino que antes de su ratificación irá a grupos de trabajo del Consejo de la UE y después al Comité de Representantes Permanentes (Coreper), formado por los expertos de los Veintisiete.

Excepciones para la flota artesanal

En concreto, la CE propone respaldar una iniciativa, que impulsó Mónaco, que consiste en incluir el atún rojo en el Anexo I del convenio CITES, lo que en la práctica impide su comercialización exterior y su captura a escala industrial. Sin embargo, Bruselas ha planteado que en Doha haya un compromiso para que se tengan en cuenta informes científicos como los que publicará en noviembre la CICAA, el organismo que gestiona la pesca de atunes, y que la decisión definitiva sobre el veto sea tomada por un comité permanente de CITES a partir de marzo de 2011.

Pese a todo, la CE ha propuesto que en el caso de que se aplique el veto, las flotas artesanales, como las almadrabas o el cebo vivo, puedan seguir faenando y abastecer el mercado europeo, pues las ventas del pez entre los países se consideraría "comercio doméstico" y no internacional.

La prohibición del comercio del atún rojo, que deberán decidir los 175 miembros del organismo dependiente de la ONU entre el 13 y el 25 de marzo, afectaría sobre todo a Japón, que consume el 80% de las capturas de esta especie, especialmente apreciada para su consumo crudo, como sashimi, o para combinarlos en el sushi o sashimi. Las autoridades japonesas, de hecho, ya han mostrado su rechazo a un posible veto.

España, de acuerdo

España, por su parte, es el país de la UE que más cuota de capturas de atún rojo tiene, con 2.526 toneladas de las 7.104 asignadas para 2010, por lo que el sector pesquero español se había mostrado en contra de un posible veto al comercio de este producto.

Sin embargo, a la entrada del Consejo de Ministros que se celebra en Bruselas, la ministra española ha afirmado que "en lo que conocemos hasta ahora, esta propuesta encaja con lo que ha defendido España".

Elena Espinosa ha recalcado que España es partidaria de esperar a lo que digan los informes científicos de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (CICAA), el organismo que gestiona los atunes, y si esos dictámenes demuestran que el recurso no se ha recuperado, entonces "pongamos en marcha los instrumentos previstos con anterioridad", entre ellos la prohibición.

Francia e Italia respaldan la medida

En este sentido, Espinosa ha afirmado que fue España quien en una reunión de la CICAA en 2005 impulsó los planes para recuperar el atún rojo que años más tarde han acordado los países que forman parte de ese organismo, por lo que ha abogado por que sea este quien vele por las medidas para recuperar la especie.

Asimismo, la ministra ha afirmado que si son necesarias las restricciones para el atún rojo, por la situación de la especie, "deben seguir pero no por temas mediáticos, sino siempre por informes científicos que avalen lo que debemos hacer". También ha abogado por estudiar el impacto social o económico, por lo que ha apuntado la idea de una "solicitud de ayudas" en caso de que se prohibiera alguna actividad.

Del resto de países miembros con intereses en el atún rojo, Italia y Francia han anunciado su respaldo a la prohibición, aunque en el caso francés con una moratoria de 18 meses y ayudas para las flotas artesanales. El Parlamento Europeo también se pronunció  a favor de vetar el comercio exterior del paz.