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Las huelgas en el sector aéreo complican los vuelos en Europa

  • La huelga iniciada este lunes por Lufthansa se suspende para negociar
  • Los controladores aéreos en Francia han convocado cinco días de huelga
  • El personal de cabina de British Airways anunciará el jueves sus paros

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La situación del espacio aéreo europeo se complica. A la huelga iniciada este lunes por Lufthansa, la mayor de su historia, que ha provocado el caos en los aeropuertos alemanes, se unen esta semana una huelga de controladores aéreos en Francia y la aprobación de otra por parte del personal de cabina en British Airways (BA).

A pesar de que los pilotos de Luftansa interrumpirán el martes la huelga iniciada en la medianoche del lunes para dar cabida a una nueva ronda de negociaciones entre el sindicato Cockpit y la compañía alemana, el tráfico aéreo no se normalizará hasta finales de semana.

A pesar de que los pilotos de Luftansa interrumpirán el martes la huelga iniciada en la medianoche del lunes para dar cabida a una nueva ronda de negociaciones entre el sindicato Cockpit y la compañía alemana, el tráfico aéreo no se normalizará hasta finales de semana.

Además, la huelga de controladores aéreos en Francia obligará este martes a la supresión de la mitad de los vuelos previstos en el aeropuerto parisino de Orly y la cuarta parte del del de Roissy-Charles de Gaulle.

Por su parte, este lunes, el personal de cabina de BA ha aprobado masivamente una huelga que todavía no tiene fecha. Según la prensa británica, la huelga podría convocarse el 29 de febrero. El sindicato Unite anunciará la fecha el jueves, aunque ha avanzado que  la huelga no se convocará en Semana Santa.

La huelga de Lufthansa ha originado problemas fuera de Alemania, ya que se han se han suspendido siete vuelos en París, nueve en España y un tercio de los programados en el Reino Unido, entre otros destinos.

La suspensión de los paros en la compañía alemana ha sido acordada tras la vista oral celebrada en el Tribunal de Trabajo de Fráncfort, ante el que Lufthansa había cursado una denuncia por considerar la huelga sin base jurídica y desproporcionada. Las partes han decidido, tras consultas por separado, seguir la recomendación de volver a la mesa negociadora efectuada por la magistrada encargada del caso.

La huelga en British Airwais no será en Semana Santa

El sidicato Unite, del personal de cabina de British Airwais, ha señalado que el 81% de los empleados de la aerolínea británica que han votado en la Asamblea (unos 12.000) lo han hecho a favor de los paros en protesta contra los recortes laborales propuestos por la dirección.

Antes de hacer efectivo el paro, Unite tendrá que dar un aviso de siete días a la aerolínea, que ha estado entrenando a personal de reserva, incluidos pilotos, como medida de precaución.

La aerolínea británica, que ultima su fusión con Iberia, planteó en noviembre de 2009 la baja voluntaria a más de 1.000 empleados y la reducción de jornada para 3.000 trabajadores. El motivo de la empresa: la caída de ingresos como consecuencia de la crisis económica.

Cinco jornadas de paro convocadas por los controladores aéreos en París

En Francia, el paro convocado en el sector de los controladores aéreos de París hasta el sábado se ha organizado en protesta por los planes de las autoridades de Francia, Alemania, Suiza, Bélgica, Holanda y Luxemburgo para fusionar sus servicios de aquí a 2012.

Cinco sindicatos convocan esta protesta, mientras que la Dirección General de la Aviación Civil (DGAC) ha precisado que serán las compañías las que decidan cuáles de sus vuelos mantienen y cuáles suprimen.

Un portavoz de la DGAC ha señalado que la regla que las aerolíneas acostumbran a aplicar es privilegiar el mantenimiento de las líneas intercontinentales a costa de eliminar un mayor porcentaje en las conexiones internas. En cualquier caso, desde este organismo insisten en que los pasajeros deben contactar con sus compañías para saber si el viaje que tenían contratado podrá realizarse.

Los sindicatos, que temen un deterioro de sus condiciones laborales, aseguran que la reorganización planeada acarreará retrasos suplementarios para los viajeros, mientras la dirección asegura que no sólo mejorará el servicio, sino que el estatuto de los funcionarios no peligra.