Moda para sentir y para compartir en Cibeles
- Paleta de colores: del azul de Devota&Lomba al amarillo de Davidelfin
- Sin olvidar a Javier Larrainzar, Sita Murt y TCN
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Devota&Lomba nos sorprende. Modesto investiga y arriesga con el volumen con un trabajo artesano inspirado en el origami y con vestidos-abrigo que llevan tablas ligeramente onduladas. Pone especial énfasis en los cuellos de las prendas que son altos, generosos y siempre protagonistas.
El azul, el nuevo rey, se adueña de la colección pero permite que un rosa fuerte, y un amarillo ácido dejen su aroma sobre la pasarela. Destaca un vestido en negro y azul con un tirante en cascada, y también los arrugados y los plateados para conjuntos más juveniles.
David Delfín sueña en amarillos. Ya nos dio una pista Bimba Bosé en la gala de los Goya con su conjunto Piolín que ha vuelto a lucir hoy sobre la pasarela.
Llaman la atención los contundentes estampados geométricos en blanco y negro que proyectan un efecto mágico en faldas, shorts o en look total. Divertidos los pantalones con grandes bolsillos exteriores y las chaquetas con efecto chaleco.
Delfín corta lo superfluo, cose silencios y tiñe de gris melancólico una moda con personalidad.
Javier Larrainzar vende una moda urbana, con tintes sofisticados y a veces rockeros.
Rosas y marrones se alían en abrigos, y las faldas lucen volantes que caen en los laterales como colas de dragón. No se olvida de sus vestidos de noche, que se ven veraniegos con juegos de marrones y naranjas, y otros en negros.
Destacan los efectos metalizados para minifaldas con drapeados que forman un volumen bombón. Un acabado que también ilumina un "trench" y los vestidos de fiesta.
Sita Murt abriga con terciopelos y lanas gruesas. Chaquetas de amplios hombros se agrandan visualmente con pantalones pitillo. Mármoles, perlas y mostazas acarician prendas hiperfemeninas, con escotes pronunciados y drapeados.
Para la noche apuesta por el punto brillante que mezcla con prendas en negro para resaltar ese un estilo más festivo.
La pasarela de Totom Comella para TCN se aleja de las tendencias y el glamour. Confortable y envolvente, su propuesta es suave como la seda, calentita como la lana, cómoda como el algodón y, a veces picante, como el raso.
Tonos chocolates, café y leche se cruzan con otros más fríos como lavanda y rosa, que relajan el tono melancólico de la colección. Destacan las superposiciones, y las combinaciones casuales de corpiños con camisetas.
Relajada e introvertida, es una moda que se aleja del exhibicionismo propio de un mundo tan vanidoso. Moda para sentir y para compartir en la más tierna intimidad.
TCN ha cerrado una jornada que se iniciaba con los desfiles de Alma Aguilar y Andrés Sardá.