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El jefe del Gobierno de Hamás llama a la población de Cisjordania a lanzar la Tercera Intifada

  • Israel ha declarado patrimonio nacional dos lugares sagrados en Cisjordania
  • El ambiente está caldeado tras el presunto asesinato de Mabhuh por el Mosad

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Una nueva Intifada se está cociendo en las filas palestinas. Si en los últimos días la presunta implicación del Mosad en el asesinato de un líder de Hamás removía los cimientos del movimiento islámico -que juró venganza- la decisión de Israel de declarar patrimonio nacional dos lugares sagrados en Cisjordania ha acabado por colmar la paciencia de su líder.

El jefe del Gobierno de Hamás en Gaza, Ismail Haniye, ha llamado a la población de Cisjordania a lanzar la que que sería la Tercera Intifada en protesta por la inclusión en el listado del patrimonio nacional israelí de la Tumba de Raquel, junto a Belén, y la de los Patriarcas, en el corazón de Hebrón, aprobada el pasado domingo por el Gobierno conservador israelí de Benajmin Netanyahu.

El líder islamista de Gaza y ex primer ministro de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) ha pedido este martes a los dos millones y medio de palestinos que habitan Cisjordania que respondan con "una intifada (levantamiento popular) y una respuesta práctica" a la medida israelí, que ya ha generado dos días de disturbios en Hebrón.

Haniye ha exhortado, además, al mundo árabe a "apoyar a la resistencia" ante lo que considera un intento del Estado judío de "enterrar los signos islámicos y palestinos".

Asimismo, ha pedido a la ANP, que preside el líder del movimiento rival Al-Fatah, el moderado Mahmud Abás, que "ponga fin a la coordinación de las seguridad con Israel y libere a los presos políticos", en referencia a los centenares de miembros o simpatizantes de Hamás encarcelados en Cisjordania.

Y el propio Abás ha afirmado que la decisión de Israel es un "peligrosa provocación que podría desencandenar una guerra religiosa".

Choques entre palestinos y soldados israelíes

El llamamiento de Haniye llega en el segundo día consecutivo de choques entre palestinos y soldados israelíes en Hebrón, tras la decisión de Netanyahu sobre la Tumba de los Patriarcas, santuario bíblico venerado por judíos, musulmanes y cristianos.

Tras los disturbios registrados ayer lunes, esta mañana decenas de palestinos se manifestaron de nuevo en el centro de la ciudad -la única de los territorios palestinos con una colonia judía en su interior- y lanzaron piedras contra las fuerzas de seguridad israelíes que controlaban los accesos al lugar sagrado.

La iniciativa israelí ha recibido las críticas del coordinador de la ONU para el proceso de paz en Oriente Medio, Robert H. Serry.

"Estos lugares están en territorio ocupado palestino y tienen significancia histórica y religiosa no sólo para el judaísmo, sino también para el Islam y el cristianismo", ha recordado Serry.

Un día antes, el portavoz de la ANP, Ghasan Al Jatib, había calificado la medida del Ejecutivo de Netanyahu de "peligrosa" y de "nuevo paso en la violación de la legislación internacional".

La Segunda Intifada

Según la tradición, la llamada Tumba de los Patriarcas de Hebrón incluye el sepulcro de Abraham -patriarca de las tres religiones monoteístas; Judaísmo, Islam y Cristianismo-, el de su esposa Sara, el de su hijo Isaac y el de su nieto Jacob, además de los de sus respectivas mujeres, Rebeca y Lea.

El santuario se encuentra en una mezquita que con anterioridad ha sido sinagoga e iglesia y es el segundo lugar sagrado para los judíos tras el llamado Monte del Templo de Jerusalén, y el cuarto para los musulmanes después de La Meca, Medina y la Explanada de las Mezquitas, situada sobre el Monte del Templo.

La visita del entonces jefe de la oposición israelí Ariel Sharon a la Explanada de las Mezquitas fue considerada por los palestinos como una provocación y sirvió de detonante en 2000 de la conocida como Segunda Intifada.

Iniciada ese mismo año, la Segunda Intifada se caracterizó por los atentados suicidas y fue mucho más sangrienta que la Primera, que se remonta a 1987 y en la que los palestinos hicieron frente a las tropas israelíes con el lanzamiento de piedras.