Los sindicatos marcan terreno y advierten al Gobierno contra posibles recortes sociales
- UGT y CC.OO. aprovechan las marchas contra las pensiones para afianzarse
- Los líderes sindicales cargan contra la reforma laboral o el plan de austeridad
- Ningún dirigente la menciona, pero la huelga general planea como amenaza
"Si quitáis derechos, os echo", rezaba una pequeña pancarta en medio de los miles de personas que han salido en Madrid, como en otras ciudades, a protestar contra la reforma de las pensiones, unas manifestaciones que los sindicatos han aprovechado para reforzar su posición y lanzar un mensaje, tanto al Gobierno como a los empresarios, en contra de cualquier posible recorte de los derechos sociales.
La protesta, que se extenderá a lo largo de las próximas dos semanas por todo el territorio español, se centraba en la ampliación de la edad de jubilación hasta los 67 años propuesta por el Ejecutivo que preside José Luis Rodríguez Zapatero, pero los líderes sindicales han cargado también contra la reforma laboral y contra el plan de austeridad del Gobierno.
Los empresarios, en especial los banqueros, los mercados financieros, el Partido Popular -con especial insistencia contra la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre-, e incluso el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordoñez, tampoco han evitado los dardos tanto de los manifestantes como de los discursos de los líderes sindicales, Cándido Méndez, de UGT, e Ignacio Fernández Toxo, de CC.OO.
"Esto es una amenaza y tenemos que responder", ha señalado Méndez, recordando que los trabajadores "hemos sido las víctimas de la recesión, no los culpables". Un manifestante era más explícito y gritaba en un cartel: "¡Ladrones, pagué mi pensión!".
Mercados financieros
Toxo ha argumentado que la propuesta del Gobierno no responde a la coherencia política, sino que "tal vez ha querido enviar un mensaje a los mercados financieros. Señor Presidente del Gobierno, con las pensiones no se juega".
La alusión de la banca y a los mercados financieros ha sido una de las constantes de la manifestación, que ha repartido culpas sin ensañarse en demasía con el Ejecutivo socialista. Así, varios manifestantes recorrían la marcha ataviados con traje y chistera de cartón, mientras conminaban al resto megáfono en mano: "Somos los mercados financieros, ríndanse".
“Somos los mercados financieros, ríndanse“
Pese a que desde el Gobierno se ha insistido en desvincular la reforma de las pensiones de la crisis financiera, presentándola como una iniciativa a largo plazo, los sindicatos han reiterado la relación entre la propuesta y aspectos de control del déficit a corto plazo, como el plan de austeridad, y la reforma laboral.
"Vamos a seguir defendiendo que se mantengan los estímulos fiscales, el plan de austeridad puede perjudicar la recuperación", ha subrayado Méndez, instando además al PP a "arrimar el hombro" para superar la recesión. "La reforma necesaria es la del sistema financiero" ha apostillado Toxo, que recordado la promesa de Zapatero: "Hasta ahora había mantenido que no iba a recortar los derechos de los trabajadores".
¿Huelga general?
Aunque ninguno de los líderes sindicales ha mencionado una posible convocatoria de huelga general, la mayor arma con que cuentan las organizaciones sindicales, lo cierto es que la idea rondaba la marcha y muchos de los asistentes han lanzado consignas a favor del paro general.
De hecho, el único incidente reseñable de la marcha de Madrid, perfectamente organizada, ha ocurrido cuando una quincena de personas con un altavoz y banderas del Partido Comunista de los Pueblos de España han coreado: "Huelga general, huelga general", en pleno discurso de Ignacio Fernández Toxo, lo que les ha enfrentado a varios simpatizantes de CC.OO. y UGT.
En cualquier caso, tanto Méndez como Toxo han reiterado que los sindicatos "vamos a seguir hasta el final", recalcando que las movilizaciones continuarán si consideran en peligro los derechos sociales y, en concreto, si no se retira la propuesta de reforma de las pensiones.
Con esa amenaza en el aire, y bajos los acordes de La Internacional, los miles de asistentes han abandonado, de nuevo bajo una fina lluvia, la Puerta del Sol de Madrid.