Un 80% de los trabajadores secundan la huelga general en Grecia, según los sindicatos
- Unos 20.000 manifestantes han recorrido las calles de Atenas
- El espacio aéreo está abierto sólo para vuelos de emergencia
La huelga general en protesta del plan anticrisis del gobierno griego cuenta con una muy alta participación en el sector público y privado, según los dos principales sindicatos convocantes.
El portavoz de la Unión de Empleados Civiles (ADEDY), Spiros Papaspiros, señala que en Atenas un 80% de los empleados convocados al paro laboral no han acudido a sus puestos de trabajo. Una participación similar se produjo en la huelga del sector privado, aseguraron fuentes del sindicato GSEE.
Los colegios, los hospitales, las oficinas públicas, los ayuntamientos, las aduanas y el sector privado están cerrados. En la manifestación de Atenas, unas 20.000 personas, según la policía, han desfilado con pancartas que rezaban "impuestos para los ricos" y pasquines en los que se leía "ningún sacrificio por la plutocracia".
Unos 50 jóvenes, que se han desviado de la marcha principal, han intentado tomar la Universidad han sido disueltos con gases lacrimógenos por las fuerzas de seguridad.
En Salónica, la segunda ciudad griega, cerca de 7.000 personas se han manifestado en una huelga "contra los especuladores" porque los ciudadanos y sus necesidades "están por encima de los mercados y los beneficios".
Los periodistas y los técnicos de la televisión se han sumado al llamamiento, lo que se traduce en un apagón informativo de 24 horas. Los funcionarios griegos ya realizaron una huelga el pasado 10 de febrero y otros colectivos se han movilizado en las últimas semanas.
Paros en el transporte
Un total de 400 vuelos, incluidos los internacionales, han sido cancelados debido a la participación en el paro de los controladores aéreos. Desde la medianoche, el espacio aéreo está abierto sólo para vuelos de emergencia.
Se han suspendido los viajes en barco a las islas griegas y hacia Italia y tampoco van a funcionar los trenes de larga distancia, ni los de cercanías, ni el metro y los tranvías. El resto de la locomoción pública efectuará diversos paros a lo largo del día.
La huelga la ha convocado la Confederación General de Trabajadores de Grecia (GSEE) en respuesta al plan del Ejecutivo de recortar en un 10% los gastos públicos este año, congelando los salarios y aumentando la edad de jubilación.
Huelga "política"
El presidente de la GSEE, que representa a un millón y medio de trabajadores, Gianis Panagopulos, ha afirmado que la huelga tiene "carácter político". "El gobierno no sólo debe sentir las presiones de los mercados, sino también la de la gente. Los mercados piden medidas más drásticas y nos desangran", ha añadido.
“Los mercados piden medidas más drásticas y nos desangran“
La Unión de Funcionarios Civiles (ADEDY), con medio millón de afilados, y el sindicato comunista PAME se han sumado a la iniciativa de la GSEE. "La huelga debe ser una respuesta al gobierno contra las amenazas de nuevas medidas que bajan la calidad de vida y desalientan el poder de compra", ha afirmado Spiros Papaspiros, presidente de la ADEDY.
El Gobierno del socialista Giorgos Papandreu ha dejado claro que no hay alternativa a la dolorosa austeridad para superar la crisis económica que padece el país y que, sin precedentes en las últimas décadas, amenaza la credibilidad de la zona euro.
Reducción del déficit
La Unión Europea exige a Atenas conseguir este año una reducción de 4 puntos del déficit público, del 12,7% al 8,7% del Producto Interior Bruto (PIB).
El déficit, el mayor de la zona del euro, y la deuda pública de 300.000 millones de euros, junto a la acusación de supuesta falsificación de datos estadísticos sobre la economía, han mermado la credibilidad de Grecia en los mercados internacionales.
Actualmente, un equipo de observadores de la Comisión Europea, del Fondo Monetario Internacional y del Banco Central Europeo se encuentra en Grecia para supervisar la puesta en práctica de las medidas exigidas para superar la crisis. Grecia es el primer país de la zona euro sometido a un estricto control de sus socios.
Mientras, este martes la agencia internacional de calificación de riesgo Fitch bajó, por segunda vez desde principios de diciembre, la calificación de los cuatro mayores bancos comerciales de Grecia.
Además, convencida de que las medidas para reducir el déficit público "impactarán negativamente en el sistema bancario de Grecia", en los hogares y por lo tanto en el mercado de préstamos, redujo también su rating sobre los bonos del Estado gestionado por tres importantes entidades financieras.