Los 27 aprueban su estrategia comunitaria de Seguridad Interior

• Define las amenazas comunes a la Unión Europea y su forma de combatirlas
• Pretende mejorar la eficacia en la acción policial y judicial

Pérez Rubalcaba junto a la comisaria de Interior, Cecilia Malmström, durante el Consejo de Interior

Unanimidad entre los ministros de Interior de la Unión para Europea -reunidos en Bruselas- para protegerse de las nuevas amenazas, por lo que han dado luz verde a la estrategia de Seguridad Común.

Era una de las prioridades de la presidencia española, y tiene como objetivo "definir un entorno seguro en el que la gente en Europa se sienta protegida", según el texto del documento.

Un año de trabajo

Es el tiempo que ha llevado sacar adelante esta propuesta, que el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, espera viva "mucho tiempo" porque es un documento "muy importante".

Con él se pretende explicar a los ciudadanos "el valor añadido" de la UE a la hora de "mejorar su seguridad. En definitiva, de garantizar su libertad y el ejercicio de sus derechos".

Un documento que para la comisaria de Interior, Cecilia Malmstrom, es "lógico" adoptar, puesto que ya existe una estrategia de Política Exterior.

El contenido

El texto no tiene grandes novedades respecto a lo que dicen habitualmente los líderes, dado que es un documento político. Sin embargo, recuerda que "no existe el riesgo cero, pero a pesar de ello, debe crearse un entorno en el que la gente se sienta segura".

Entre las amenazas que detalla se encuentra el terrorismo, el crimen organizado, el tráfico de seres humanos o la pornografía infantil, entre otras.

Para combatirlas los 27 se comprometen a respetar una serie de valores y principios. Éstos se basan en el respeto a los derechos fundamentales, la privacidad y la protección a las víctimas.

Anticiparse

Con estas definiciones se intenta que las estructuras de seguridad europeas puedan anticiparse al delito. Para ello se indica la necesidad de crear un registro único de pasajeros aéreos, o un mayor intercambio de información y análisis del riesgo.

Para lograr que todo esto funcione será fundamental la coordinación entre los 27. Para ello se ha aprobado el Comité Permanente de Cooperación Operativa en materia de Seguridad Interior (COSI).

Un órgano creado por el Tratado de Lisboa y que tendrá su primera reunión el 11 de marzo.

Ahora la Estrategia de Seguridad Común debe ser aprobada por los Jefes de Estado y de Gobierno en la próxima Cumbre que mantendrán a finales de marzo.

Reforzar Frontex

Los responsables de seguridad han coincidido en la necesidad de reforzar la Agencia Europea de Control de Fronteras (FRONTEX).

Para ello Malmström ha presentado un documento en el que se reclama "mayor implicación de los Estados" con medios "humanos y materiales". Y no se descarta que en un futuro pueda subarrendar sus propios equipos.

Además se va a otorgar, en materia de lucha contra la inmigración ilegal, un código de obligado cumplimiento para todas las partes.

En lo que se refiere a las repatriaciones, será obligatorio que "participe un observador neutral" y que las personas implicadas hayan recibido formación en derechos fundamentales.

Poco se ha hablado de la crisis de los visados con Libia que afecta a todo el espacio Schengen, ya que los 27 se han limitado a pedir a las partes implicadas un "mayor esfuerzo" para poner fin a este conflicto.  

Orden de Protección

Junto a los titulares de Interior estarán los de Justicia, que se reúnen el viernes. Tienen previsto aprobar la propuesta legislativa sobre la orden europea de protección a las víctimas, que permitirá que las medidas cautelares interpuestas en un país sean válidas en otro Estado miembro.

Una prioridad de la presidencia española, aunque todavía tiene un largo camino que recorrer para salir adelante. En especial porque, según explica el ministro español, Francisco Caamaño, hay que 'armonizar los sistemas judiciales' de todos los países para evitar posibles escollos.

España espera también sacar adelante en esta reunión los acuerdos sobre el derecho a la interpretación y traducción en los juicios, y un modelo de acuerdo para conseguir equipos conjuntos de investigación en la Unión Europea.