Berlusconi podría librarse de la justicia de nuevo, tras la prescripción del caso de su abogado
- El abogado estaba condenado a cuatro años y medio de cárcel
- Berlusconi habría sobornado a Mills para comprar su silencio
Delito prescrito. El abogado de Berlusconi, David Mills, es culpable de un delito de corrupción en acto judiciario, pero no puede ser condenado porque ha pasado el tiempo en que el delito puede ser juzgado. Así lo ha resuelto la Corte Suprema de Italia atendiendo la petición del Procurador General que había solicitado la culpabilidad más con la premisa de prescripción.
EL abogado estaba condenado a cuatro años y medio de cárcel por un tribunal de Milán. En aquella sentencia se considera probado que Mills había defraudado al tribunal, en el caso Fininvest, a cambio de recibir 600.000 dólares (más de 440.000 euros). Ahora queda absuelto.
La fecha consumada de la corrupción ha sido definitiva. Según los primeros datos, se apunta que el delito se produjo el 9 de noviembre de 1999. Han pasado más de diez años y , aunque hay delito, éste ha prescrito.
Mills había sido condenado a cuatro años y medio de cárcel el 17 de febrero del pasado año 2009 por haber aceptado un soborno del ministro italiano para comprar su testimonio en un caso de compra-venta ilegal de derechos televisivos.
La sentencia del Tribunal Supremo influirá también en el proceso a Berlusconi que es co-imputado en este caso, pero su juicio está en fase anterior por las triquiñuelas dilatorias que ha esgrimido a lo largo de todo el proceso.
David Mills está absuelto y esto es la antesala de una nueva remisión de Berlusconi. El entorpecimiento de la acción de la Justicia, vuelve a dar su fruto a Il Cavalliere que, posiblemente, en los próximos días escuche del tribunal que lo juzga que el delito está prescrito atendiendo esta resolución del Tribunal Supremo.
El caso de corrupción
Según la sentencia emitida en 2009, Mills mintió, por un de 440.000 euros, "para consentir a Silvio Berlusconi y al grupo Fininvest la impunidad de las acusaciones".
Fininvest era el imperio audiovisual del Berlusconi y David Mills, según la acusación, el creador de la red de empresas 'off shore' y de la caja de dinero negro de la compañía.
El caso se descubrió tras los probelmas que se desencadenaron a raíz del fraude en los derechos de propiedad del imperio mediático del magnate italiano, Mediaset.