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La muerte de Orlando Zapata enfrenta a Europa

  • La presidencia española reclama la apertura de un diálogo bilateral
  • Los populares europeos piden mantener la 'Posición Común'

Ver más: Agenda / Tratado de Lisboa Preguntas y respuestas Ver especial de la Presidencia

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Foto cedida de la entrevista sostenida entre Castro (i) y Moratinos en octubre de 2009
Foto cedida de la entrevista sostenida entre Castro (i) y Moratinos en octubre de 2009

La muerte del opositor cubano Orlando Zapata tras una huelga de hambre de 85 días, ha vuelto a reabrir en el seno de la Unión Europea el debate sobre qué hacer con las relaciones entre Bruselas y La Habana.

Un asunto que siempre ha sido delicado para los 27, en el que se han apoyado sobre aquellas pautas que ha marcado España.

Hasta ahora esa postura hacia la Isla se basa en la llamada 'Posición Común' impulsada por el gobierno Aznar en 1996. En ella se habla de apoyar un "proceso de transición hacia una democracia pluralista y el respeto a los derechos humanos".

Una política que se aplica desde hace 13 años y medio y que para muchos, entre ellos el actual gobierno español, no ha dado "los resultados esperados" en palabras del ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos.

Apertura de un diálogo

De ahí que aprovechando la presidencia española se haya propuesto al Parlamento Europeo revisar las relaciones con La Habana, e iniciar "un diálogo bilateral" que permita avanzar en la democratización del régimen de Castro.

Una cuestión que ya está debatiéndose en los grupos de trabajo europeos y que ha sido acogida de forma "constructiva" como señalaba hace unos días el Secretario de Estado para Iberoamérica, Juan Pablo Delaiglesia.

Se trata de abrir un mecanismo de conversaciones similar al que mantienen España y Cuba desde 2007, cuando Moratinos viajó a la Isla. Desde entonces se celebran encuentros en favor de los Derechos Humanos.

El último fue hace una semana en Madrid, en una cita calificada por el gobierno cubano como "fructífera" y "dentro del respeto mutuo" que se tienen ambos Estados.

Pero aunque la corriente es mayoritariamente favorable al cambio, la muerte de Zapata complica todo un poco más. Por eso es importante repasar las posturas existentes en el seno de la Unión Europea y que marcarán el futuro de esas relaciones.

Las instituciones

Con la entrada en vigor del Tratado de Lisboa, Europa debe hablar con una sola voz en política exterior. Esto es la de Catherine Ashton que durante su examen ante el Parlamento se mostraba partidaria de cambiar la postura. "Durante trece años hemos tenido una estrategia, vamos a ver si funciona o no, pero los problemas existen y hay que encararlos", decía Ashton entonces.

Una idea que no comparten todos los Estados miembros. Como ejemplo basta señalar la postura mantenida por la anterior presidencia de turno del Consejo, la de Suecia, quien decía que la 'Posición Común' cuenta "con todo nuestro apoyo" y "no vemos necesario cambiarla".

Esto puede dar una idea de que se va a necesitar una amplia pedagogía en el seno del Consejo Europeo para conseguir el respaldo de los 27, algo esencial para poder modificar la relación con Cuba.

El Parlamento Europeo

Si ya de por sí están enconadas las posturas en el seno del Consejo, lo que ocurre en el Parlamento no es muy distinto. En especial porque allí se puede ver la lucha de partidos en toda su crudeza.

Basta con ver la vehemencia con la que el grupo popular defiende la 'Posición Común' adoptada por su grupo en el año 96. De hecho, y lo han hecho ya en ocasiones anteriores, tras la muerte de Zapata han reclamado a la presidencia española que "se replantee su postura sobre Cuba".

Sin embargo, los socialistas europeos consideran que deba haber un cambio. La muerte de Zapata es un triste suceso, dice la eurodiputada María Muñiz "tras el cual debe abrirse una reflexión tendente a encauzar las relaciones entre Europa y Cuba" que abra el camino a la democracia.

A partir de estos planteamientos los dos grupos mayoritarios tendrán que buscar el acuerdo del resto de los grupos. Y en medio de todo está el presidente de la Eurocámara, Jerzy Buzek, quien es partidario de ejercer una política "flexible" siempre y cuando el gobierno de Castro respete los Derechos Humanos. 

La dicotomía española

Es cierto que España está promoviendo este cambio en las relaciones con la Isla, ya que es una cuestión importante para la política española en Latinoamérica.

De hecho el propio ministro de Exteriores ha señalado en numerosas ocasiones que Cuba será una prioridad para la presidencia española de la Unión Europea. Sin embargo no aparecer reflejado en el programa de gobierno para el semestre.

El propio presidente del gobierno, Rodríguez Zapatero, ha desmentido en numerosas ocasiones a Moratinos en este tema, asegurando que no es una política prioritaria para la presidencia española.

Incluso, en la conferencia de prensa mantenida con el presidente de la Comisión Europea, Durao Barroso, al recoger el testigo de la Unión, Zapatero decía que Cuba "es una política importante (...) pero hay que dedicarle el tiempo que se merece".