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Chile se convierte en un campo de batalla para saqueadores y saqueados tras el terremoto

  • Una población desesperada pide ayuda a través de los medios 
  • Los saqueos y la violencia se incrementa con el paso de las horas
  • La gente se rearma ante la falta de efectivos policiales

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"Estamos siendo atacados por hordas de gente. Vienen desesperados a robarnos a nuestras casas. No es justo, nos ha costado mucho sacrificio. Por favor, policía, ejército, vengan a ayudarnos".

Es el relato de Priscilla, una vecina de Villa Alto Palomares en Concepción, epicentro del seísmo, que a través de la radio Bío-Bío pide desesperada a las fuerzas de orden público que reestablezcan el orden en su barrio.

La confusión que reina en Chile tras el potente seísmo de 8,8 grados del pasado sábado es la mejor aliada de quienes aprovechan esta tragedia para apoderarse de lo ajeno.

La represión policial para evitar los saqueos ha llegado hasta Cerro Buena vista, donde los carabineros se han enfrentado a un grupo de personas que, armado con palos, pretendían robar a los vecinos de la zona.

"Vienen con camiones. Están armados. Estamos asustados y necesitamos apoyo policial", reclama otro vecino de Talcahuano.

La rabia, el dolor y la frustración han dejado paso al miedo, que se ha apoderado de los chilenos ante la violencia callejera que se ha desatado tras el seísmo. La población pide ayuda para proteger lo poco que les queda a través de los medios de comunicación y de redes sociales como Twitter y Facebook.

La población se rearma ante la falta de policía

Los saqueos a centros comerciales, farmacias, e incluso consultorios médicos se han sucedido en las últimas horas.

En algunas parte de Chile se habla de desabastecimiento de alimentos.la situación es crítica en algunas zonas como Concepción, una de las regiones más afectadas por el terremoto.

"Ya  no queda nada que robar. Incluso, algunos roban medicamentos para luego revenderlos", asegura una cajera de 55 años.

Sin embargo, la policía también reconoce que hay quien roba por necesidad y con ellos se hace la "vista gorda".

"En el caso de los alimentos básicos como la leche, la harina, el agua o los pañales, la consigna es no parar. Pero si vemos a alguien que se lleva un televisor o un frigorífico sí que lo vamos a arrestar"  dice el comisario Carlos Huerino.

Ante esta situación de emergencia, las autoridades chilenas ya  han confirmado el toque de queda para este noche,  que se iniciará a las 21:00 horas y probablemente finalice a las 7:00 de la mañana, una hora más tarde que la jornada anterior, en la que al menos una persona murió en un tiroteo y más de 160 fueron detenidas.

La seguridad es uno de los problemas más graves a los se enfrenta el que el Gobierno chileno, que ya ha movilizado a 10.000 efectivos en las principales ciudades.

Pero son muchos los pueblos y provincias donde no llegan las fuerzas militares. Y para no revivir una nueva noche de tiroteos, saqueos y violencia, los habitantes de la población de Zañartu y Pedro de Valdivia han cercado sus villas con cadenas y se han armado con palos e incluso bates de beisbol para proteger sus pertenencias.

Además, a esta sensación de inseguridad se suma la falta de suministro eléctrico que, si no se restablece antes de que llegue la noche, ayudará a los saqueadores a perpetrar robos con mayor facilidad.