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Vampire Weekend: diversión en tiempo récord

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Ezra Koenig, líder de la banda
Ezra Koenig, líder de la banda

Cumplir con las expectativas es una labor que se complica a medida que se avanza por el camino. En ese sentido, la carrera de Vampire Weekend ha sido una demostración constante de que sus cuatro miembros son algo más que cuatro 'niños bien' de Nueva York.

Llegados a un punto, el líder de la banda, Ezra Koenig y sus compañeros decidieron dejar a un lado la preocupación constante por el qué dirán y empezaron a divertirse cumpliendo con su sueño. "Sabíamos que esta banda estaba predestinada a hacer algo grande", decía en una entrevista el tecladista del grupo, Rostam Batmanglij. Y en su visita a España lo han demostrado: no son una banda del montón.

Los estadounidenses suelen llamar hype a aquello que sólamente es aupado por una moda que o bien puede ser pasajera, o bien puede terminar por consagrarse. Poco a poco, y sobre todo con la publicación de su segundo disco ('Contra'), el cuarteto ha demostrado que tienen un sonido muy propio y característico, que tienen una personalidad bien arraigada, y sobre todo, que cumplen con nota a la hora de demostrar su valía sobre un escenario.

Tanto en Madrid como en Barcelona -dentro del ciclo Heineken Music Selector-, Vampire Weekend ha ofrecido un par de conciertos en los que la festividad ha reinado. En poco más de una hora y quince minutos, la banda despliega casi al completo el repertorio incluido en su sorprendente debut y en su más que merecida secuela. Sin prácticamente dar descanso, encadenan una canción tras otra, logrando evocar paisajes y situaciones de lo más exóticas, armando la fiesta más cálida en una España que por una noche se ha reconciliado con la calidez más primaveral.

Éxito tras éxito

Radio 3 estuvo presente en el concierto con una retransmisión en directo, que permitió a sus oyentes estar presentes en una cita que llevaba semanas con el cartel de 'Entradas Agotadas' en la puerta. Además, a través del Twitter de la emisora, conocimos los detalles previos del concierto.

Con un cuarto de hora de retraso y con un auditorio medio vacío, porque el resto aún estaba entrando, una breve introducción de rap daba la bienvenida a los cuatro amigos que dejaron al descubierto a sus espaldas la portada de su nuevo trabajo. Prácticamente, la rubia protagonista de la misma parecía abocada a hipnotizar a los asistentes con una mirada fija y multicolor que habría captado contínuamente la atención de todo el mundo, de no ser porque justo debajo, los chavales se dejaban la piel en cada canción.

Un público que no se esperaba tan pronto a la banda aplaudió y gritó en cuanto sonaron los primeros acordes de 'White Sky', claramente influenciada por vibraciones y sonidos africanos. El repaso por 'Contra' continuó con 'Holiday', que animó a algunos de los presentes a dejar a un lado las butacas y a animarse a los primeros bailes de la noche. Un "gracias" y "hola Madrid, ¿qué tal?" fueron las primeras palabras de la banda que destacó que era la primera vez que estaban en esta ciudad y era una "ocasión muy especial".

El primer himno de la noche llegó de la mano de esa contemporánea mención a Peter Gabriel en la pegadiza 'Cape Cod Kwassa Kwassa', que inició el despliegue de las canciones que hicieron famoso al grupo. 'I Stand Corrected' trajo una tranquilidad a la que no tienen acostumbrados estos veinteañeros que parecen sacados de las páginas de moda de cualquier revista reconocida. Aunque todo hay que decirlo, en la jornada del domingo, los miembros de Vampire Weekend lucieron más casuales que nunca, dejando a un lado los polos y los jerseys que caracterizan su vestimenta.

Fue el propio Ezra Koening quien tuvo que preguntar al público si estaban dispuestos a cantar para ayudarles en la canción 'M79', tema que desató gritos y una interacción con el público gracias a los sonidos pegadizos acompañados de un juego de luces que por momentos deslumbrada a la audiencia reunida.

A continuación, 'California English' dio paso a una canción que habla sobre "la importancia de la familia", y así se desató la locura colectiva con la disparatada a la vez que genial 'Cousins', que con toques rockeros hizo que la oscuridad y el silencio se adueñaran del teatro para la melódica interpretación de 'Taxi Cab'.

Tras un "gracias tíos", la banda interpretó 'Run', un tema que como si de una lección se tratara dio paso a algo "más serio", la enérgica, aplaudida y tremendamente reconocida 'A-Punk'.

Los ritmos caribeños de 'Diplomat's Son', la canción más larga del grupo que hizo que la banda se divirtiera intercalando ritmos, sonidos y sobre todo, tempos. Incansables, los miembros del grupo siguieron parando y acelerando los ritmos con 'Boston' y pidieron la colaboración del público con los sonidos eléctricos de 'Giving Up the Gun', ese quiebro en el estilo de la banda que apunta hacia el pop electrónico con bastante soltura.

La aplaudida 'Campus' preparó el ambiente para 'Oxford Comma', tema con el que dieron paso a un cierre que inició con la 'Horchata' que la banda regaló hace meses en su página web. Para el cierre, los neoyorquinos decidieron ir a por todas con dos lecciones de ritmo incansable residentes en su debut homónimo: 'Mansard Roof' y 'Walcott'.

Así fue como Vampire Weekend demostró ante los ojos de miles de madrileños que van por delante de lo que se espera de ellos y que disfrutan sobre el escenario, casi tanto como los espectadores debajo del mismo.