El Gobierno apuesta por la eólica como fuente de energía principal para 2020
- Según el plan presentado a los partidos pasará del 13% actual al 22%
- Además, el Ejecutivo quiere revisar en breve la subvención a las renovables
El objetivo del Gobierno es que, para el año 2020, la generación eólica sea la que tenga un mayor peso en el mix energético español, es decir, se convierta en el principal productor bruto de electricidad, con una cuota del 22,3%, frente al 13% que alcanzó en el 2009.
Esta medida forma parte de las iniciativas incluidas por el Ejecutivo en el epígrafe de energía del documento (ver pfd) presentado este lunes con propuestas para lograr un acuerdo político sobre recuperación del crecimiento económico y creación de empleo.
Según consta en esta propuesta, la meta que persigue el Gobierno es que, para dentro de diez años, la energía nuclear solo suponga el 15% de la producción bruta de electricidad, frente al 19% actual, según datos de Red Eléctrica.
También se reducirán el uso del carbón, que representaría en 2020 un 9,3% (frente al 13% de 2009), el gas natural hasta un 16,7% (en 2009 supuso un 36%), los productos petrolíferos hasta el 0,4% (en 2009 su peso fue del 6%), y la hidroeléctrica hasta un 9% (en 2009 tuvo un peso del 9,1%).
Más renovables, ¿menos subvenciones?
En 2020, la producción bruta de electricidad aumentará un 23%, hasta 370.731 gigavatios hora (GWh), de los que 158.319 GWh serán renovables, de modo que estas fuentes aportarán un 42% del total.
Este porcentaje será suficiente, según el documento, para que las renovables aporten el 20% de la energía final consumida en el país en 2020, en línea con los objetivos planteados por la Unión Europea.
Las renovables aportarán una energía final equivalente a 27,9 millones de toneladas de petróleo o similares, un 20,2% de los 137,8 millones del total.
En conclusión, en 2020 habrá en total 74.547 megavatios (MW) renovables en España, frente a los 39.721 MW de cierre de 2009, de los que 40.000 MW serán eólicos -35.000 MW en tierra y 5.000 MW en mar-, frente a la potencia actual de 18.300 MW, todos ellos instalados en tierra, pues aun no existe ninguno en el mar.
El texto también detalla que el Gobierno quiere revisar antes de seis meses los distintos costes regulados del sector eléctrico para adaptarlos a las previsiones de la demanda energética y a la evolución tecnológica, así como aumentar la competencia en el mercado de la electricidad mediante la mejora de mecanismos de contratación.
Sin novedades en el debate nuclear
Con estos datos, no se puede hacer ninguna proyección sobre las intenciones del Ejecutivo en materia de energía nuclear, ya que para el 2020 prevé una reducción de 460 MW, lo que coincide sencillamente con la producción de Garoña, cuyo cierre se aplazó al 2013 a pesar de que ya ha cumplido los 40 años de funcionamiento previstos.
Y precisamente es justo en el 2020 cuando la siguiente central española más veterana, Almaraz I (Cáceres) cumple esa edad (a partir de ahí, las otras cinco en un plazo de sólo siete años). Por tanto, en el plazo que cubre este documento parece que el Gobierno no pretende cambiar su política de licencias.
El descenso del peso de la nuclear en términos relativos del 4% sobre el global se explica por el aumento global de la producción con el desarrollo de las renovables (en total, se prevé una potencia instalada en España de 209.000 MW, por los 138.000 actuales.