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El Palau deberá readmitir o indemnizar con más de 100.000 euros a la secretaria de Millet

  • Fue despedida días después de la confesión de Millet sobre el desvío de fondos
  • La juez considera que no está probado que conociera la situación

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El juzgado de lo Social número 32 de Barcelona ha estimado improcedente el despido de la secretaria de Fèlix Millet, Elisabet Barberà, y condena al Consorcio y a la Fundación del Palau de la Música a readmitirla o a indemnizarla con más de 109.000 euros.

Barberà fue despedida el 1 de octubre de 2009, unos días después de conocerse la confesión del ex  presidente del Palau Fèlix Millet, y su mano derecha en la entidad,   Jordi Montull, de que habían desviado al menos tres millones de euros en  beneficio propio, y al considerar los nuevos gestores que era conocedora  del desfalco.

En el despido, se argumentaba que Barberà tenía acceso a la caja fuerte  que Millet disponía en Caixa de Catalunya, que gestionó la compra de  varios lingotes de oro para su superior y que en algunas ocasiones  acudía a las entidades bancarias con importantes sumas de dinero en  efectivo para ingresarlas en las cuentas particulares de su jefe.

La juez considera, sin embargo, que los actuales  gestores del Palau de la Música no han acreditado que la secretaria se  beneficiara de las operaciones económicas de su jefe ni que conociera  que las cantidades de dinero desviadas fueran a parar al patrimonio  personal del ex presidente de la entidad.

De estos hechos no se deduce, según la sentencia, que la secretaria tuviera  conocimiento de que esas cantidades procedían del Palau de la Música y  eran desviadas al patrimonio personal de Millet, que contaba con un  importante patrimonio y recursos económicos, por lo que "no resultaba  extraño que hiciera u ordenara operaciones económicas de gran valor",  precisa la juez en la sentencia.

La indemnización que fija la sentencia

La setencia del juzgado de los Social número 32, que puede recurrirse ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, condena al Consorcio a una indemnización por rescisión de contrato de 91.979 euros, junto con el abono de los salarios de tramitación que se le adeudan desde que la despidieron.

También condena a la Fundación Orfeó Català-Palau de la Música a abonarle otra indemnización de 17.795 euros, dado que Barberà ejercía funciones de secretaria tanto de la Fundación como del Consorcio, por las que cobraba un sueldo conjunto de casi 6.000 euros mensuales.

Dado que Elisabet Barberà ya fue indemnizada por el Consorcio y por la Fundación con casi 56.000 euros en el momento de ser despedida, la juez establece que esa cantidad se descuente de la que ahora establece como indemnización.

Se le acusó de ser socia fundadora de Bonoima

También se acusó a la mujer de ser socia fundadora de la empresa Bonoima, que ha resultado implicada en el presunto desvío de fondos del Palau, si bien Elisabet Barberà dejó de ser socia de la misma en el año 1990, por lo que no "se puede concluir que mantenga a día de hoy alguna relación con esta empresa", argumenta la juez.

Los nuevos gestores del Palau justificaron el despido de Barberà en una reestructuración del departamento de secretaría de la presidencia del Palau, en el que trabajaban dos personas además de la secretaria, y en la necesidad de amortizar su puesto de trabajo, dado que ella gestionaba de forma más directa los asuntos privados de Millet que, en la fecha del despido, ya no se encontraba en la entidad musical.

La juez, por su parte, considera que no ha quedado acreditado el tiempo que empleaban las tres secretarias en gestionar los asuntos particulares de Millet y tampoco que Barberà empleara todo su tiempo o la mayor parte del mismo en hacer estas gestiones.

Tampoco ha quedado probado que el Consorcio y la Fundación necesiten amortizar uno de los tres puestos de trabajo de administrativa que quedaban en el citado departamento de secretaría de la presidencia por haberse reducido a la mitad el trabajo a desarrollar.

Ambas empresas "no han acreditado que estén pasando por dificultades económicas o empresariales ni que la medida adoptada -despido de Barberà- contribuya a superar esas dificultades".