Alertan de que la implicación militar en la ayuda en Afganistán pone en riesgo la vida de civiles
- Save the Children desaconseja recurrir a soldados en labores humanitarias
- La colaboración de las ONG con el ejército amenaza la "imparcialidad"
La ONG Save The Children ha desaconsejado recurrir a una implicación militar directa en algunas labores humanitarias que se desarrollan en Afganistán por considerar que esta práctica pone en peligro la vida del personal de estas organizaciones, además de los civiles afganos.
Las labores que desempeñan los empleados de estas organizaciones humanitarias junto a los soldados en Afganistán se traduce en situaciones de "mucho más" peligro para esos trabajadores, según ha advertido este miércoles la ONG.
Esta organización ha puesto de manifiesto el riesgo que entraña la colaboración estrecha entre el personal de ayuda y los soldados que operan en la zona al opinar que ésta amenaza la "imparcialidad".
Save The Children, que ha iniciado una campaña humanitaria para Afganistán, ha alertado de que el actual enfoque que mantiene tanto el Reino Unido como la OTAN hacia este conflicto se encuentra "rozando la línea" entre lo que son objetivos militares y los humanitarios y ha advertido de que comprometía la vida del personal de estas organizaciones.
“Subvencionar a soldados para reconstruir colegios amenaza la imparcialidad de las agencias humanitarias“
"Subvencionar a soldados para que lleven a cabo trabajo humanitario como es la reconstrucción de colegios amenaza la imparcialidad de las agencias humanitarias en el terreno y hace que a nosotros nos resulte muchísimo más peligroso operar en el país", ha afirmado Patrick Watt, el director de las políticas de desarrollo de esta organización.
Según Watt, esa práctica podría potencialmente convertir hospitales o escuelas, cuya reconstrucción se realiza gracias a la colaboración militar, en "objetivos" y poner las vidas de los niños afganos "en situaciones de riesgo".
Consultar a los civiles afganos sobre la ayuda
Watt ha dicho que la ayuda humanitaria debería proporcionarse "tras una consulta" previa y privada a los civiles afganos y sin ninguna mediación militar.
"Si la ayuda tiene que ser efectiva, debe planearse y llevarse a cabo tras una consulta privada con las comunidades afectadas", ha observado.
Para Watt, a la hora de prestar dichas ayudas en el conflicto, los soldados "no deberían realizar trabajos humanitarios complejos con comunidades vulnerables".
"Solamente a través de organizaciones imparciales, como Save The Children, se pueden llevar a cabo de forma segura y con éxito los trabajos esenciales de reconstrucción", ha agregado.
Según datos que publicó Unicef el pasado noviembre, Afganistán registra la mayor tasa de mortalidad infantil de niños menores de 5 años.
El pasado año, 1.050 niños resultaron muertos en ataques suicidas, a causa de disparos, explosiones o fuegos cruzados, la mayor cifra infantil de fallecidos desde que comenzó el conflicto en 2001, según datos proporcionados por el Afghanistan Rights Monitor.