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En el ecuador de la legislatura, el PSOE niega desánimo y el PP ve a Rajoy en la Moncloa

  • Los socialistas confían en que se castigue la política irresponsable del PP
  • El PP ve a Zapatero "derrotado por la crisis" y consideran que está "agotado"

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A punto de cumplirse el próximo martes, 9 de marzo, los dos años de las últimas elecciones generales, que abrieron la puerta al segundo mandato de Zapatero al frente de Gobierno, PP y PSOE hacen balance.

Los socialistas asumen que llega a la mitad de la legislatura en el momento más complicado desde 2004 debido a las consecuencias de la crisis. Aunque también están convencidos de que es factible dar la vuelta a las encuestas porque mejorará la situación económica y los ciudadanos castigarán la actitud "irresponsable" del PP ante ella. 

Por su parte los populares, ven al presidente del Gobierno "agotado" y ya ven a su líder, Mariano Rajoy, con un pie en la Moncloa, un objetivo que, en su entorno, apuntan que ya depende, sobre todo, de él mismo.

El PSOE, castigado por la crisis

Los socialistas señalan que están "preocupados, pero no desanimados", y confían en que las medidas que se han ido adoptando y las que pueden aplicarse tras la ronda de contactos que está manteniendo con los representantes políticos, darán sus frutos.

Reconocen que las cifras de parados actuales no ayudan a que cale el mensaje de optimismo que el Gobierno pretende lanzar.

82.132 personas se sumaron en febrero a las listas del paro.

En el capítulo de la autocrítica reconocen que no ayuda la sensación generada en algunas ocasiones al lanzar "globos sonda" como retrasar la edad de jubilación a los 67 años. Además creen que debían haber reconocido abiertamente desde el primer momento la existencia de una crisis económica.

Se han barajado los 67 años aunque no está cerrado.

La incógnita de si Zapatero será de nuevo el candidato del PSOE en 2012 se mantendrá hasta el próximo año, pero todas las fuentes consultadas dan por hecho que repetirá.

En las filas socialistas rechazan decantarse por un cambio de Gobierno tras la presidencia europea y se muestran especialmente orgullosos de haber conseguido que Patxi López sea el lehendakari.

Aseguran que no van a tirar la toalla ante las próximas elecciones y creen que el PP está mostrando un "exceso de confianza" y les acusan de no hacer propuestas alternativas a las políticas del Gobierno.

El PP, "lo contrario de lo que hace el Gobierno"

En su análisis, el PP consideran que la crisis ha derrotado a Zapatero por su "nefasta gestión" y se apoyan en las encuestas que otorgan la victoria electoral al líder del PP.

El responsable de Comunicación del partido, Esteban González Pons, asegura que la "gente está harta", "la gente pide cambio" y "Zapatero no volverá a La Moncloa".

Rajoy ha procurado inculcar en la opinión pública lo que haría si fuera presidente, y la conclusión la ha dicho él mismo varias veces: "lo contrario de lo que hace el Gobierno".

En estos dos años, el camino ha tenido obstáculos: tras el tumultuoso congreso de Valencia que Rajoy, único candidato, ganó con más del 82% de los votos, los populares se enfrentaron a la escisión de UPN en Navarra, a supuestos casos de espionaje en la Comunidad de Madrid entre integrantes del mismo partido, el caso 'Gürtel' y las batallas internas entre Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz-Gallardón.

A excepción del caso Gürtel, todos los demás frentes de batalla se han apagado, y la lección que extraen las fuentes, pasado el tiempo, es clara: el PP está más fuerte que el PSOE.

Con el precedente de la victoria electoral en Galicia, los populares afrontan su "calendario electoral" según Pons: los comicios catalanes de este año y los autonómicos y locales del próximo marcarán la tendencia de ese cambio de inquilino en La Moncloa.

Convención del PP en Barcelona

Para Pons, el Ejecutivo "finge que quiere pactos", pero en verdad "copia las medidas de otros grupos", incluido el PP.

Para el que es asesor económico de Rajoy, ni Zapatero ni su equipo "ha preparado a la sociedad" para tales reajustes y terminará pagando su "política infantil" frente a la crisis.