Miliband: "Tuvimos que invadir Irak para que la ONU mantuviera su credibilidad"
- El ministro de Exteriores ha compadecido en la comisión que investiga la guerra
- Ha reiterado la amenaza "para la paz y seguridad mundial" de Sadam Husein
El ministro de Exteriores de Reino Unido, David Miliband, ha compadecido este lunes ante la comisión que investiga la guerra de Irak. Miliband ha declarado que, de no haberse producido la invasión, la autoridad de las Naciones Unidas habría sido "gravemente minada".
Miliband, que entonces trabajaba en la secretaría de Estado de Educación, ha afarimado que apoyó la guerra porque creía que el régimen de Sadam Husein suponía "un peligro" para la paz y la seguridad mundial y porque había que "preservar" la autoridad de las Naciones Unidas.
En su opinión, Naciones Unidas se mostró "débil a la hora de llevar a cabo sus amenazas a Sadam".
El ministro ha añadido que la implicación de Reino Unido en esa operación militar fue crucial por el riesgo que planteaba el régimen de Sadam al resto de países.
"Voté a favor de la guerra porque creo que la amenaza que planteaba Sadam a las Naciones Unidas constituía un peligro en sí misma a la paz y la seguridad internacional, y había que preservar la autoridad de las Naciones Unidas", ha declarado.
Además, ha agregado que "todos los servicios de inteligencia del mundo" consideraron que el dictador iraquí contaba con "material" que podía "suponer un peligro".
Por otro lado, ha manifestado que no comparte la opinión del ex vicepresidente de Estados Unidos, Dick Cheney, según la cual Irak era un "epicentro del terrorismo".
El comité de investigación
El pasado viernes, el primer ministro británico, Gordon Brown, declaró también y asumió su parte de responsabilidad en la decisión de embarcar al Reino Unido en la guerra al recordar que Irak suponía una "amenaza".
Brown, entonces ministro de Finanzas, también negó categóricamente que escatimara gastos para cubrir las necesidades del Ejército.
A esta investigación hay que sumarle otra que se centra en las acusaciones que se han hecho contra las tropas británicas por supuestos abusos físicos cometidos a iraquíes tras la invasión en 2003.
El llamado equipo de Investigaciones históricas de Irak se ha creado para hacer frente "de una vez por todas" a dichas alegaciones vertidas contra soldados de Reino Unido, según ha informado un portavoz del Ministerio de Defensa británico.
En una charla mantenida esta mañana en el Royal United Services Institute de Londres, el secretario de Estado para las Fuerzas Armadas, Bill Rammell, también ha anunciado que se elaborará un informe interno sobre el "entrenamiento y la forma de proceder de las tropas".
Actualmente ya se llevan a cabo dos investigaciones separadas que tratan de resolver las acusaciones de maltrato físico supuestamente cometidas por soldados británicos contra iraquíes durante el conflicto del 2003.
La primera comenzó el pasado julio y trata de arrojar luz sobre las circunstancias que rodean el fallecimiento de un empleado de un hotel de 26 años, Baha Mousa, cuando estaba bajo custodia militar en septiembre del mismo año.
El pasado noviembre el Ministerio de Defensa inició una segunda investigación para aclarar la muerte del iraquí Hamid al Sweady, de 19 años, supuestamente asesinado por las tropas británicas, así como el maltrato a otros iraquíes en mayo del 2004.
El temor de Rammell es que la "incertidumbre" que todavía existe entorno a esas alegaciones no demostradas "socaven injustamente" la reputación y los logros de las fuerzas armadas de este país.