El disidente Fariñas pide un "gesto humanitario" a Castro y la solidaridad de Zapatero y el Rey
El disidente cubano Guillermo Fariñas, que lleva 14 días en huelga de hambre, ha pedido este martes al general Raúl Castro un "gesto humanitario" con presos políticos enfermos y que las autoridades españolas "condenen" la muerte del opositor Orlando Zapata.
En una entrevista con la agencia de noticias Efe en su casa de la ciudad central de Santa Clara, Fariñas pide al Rey Juan Carlos y al presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, que "se pronuncien, repudien y condenen" lo que llamó "asesinato" de Zapata, fallecido hace dos semanas tras casi tres meses de ayuno en la cárcel.
El periodista opositor, que demanda la excarcelación de los 26 opositores enfermos que están en las prisiones de la isla, según la disidencia, ha insistido en que no está entre sus planes aceptar el asilo que el Gobierno cubano pidió al de España, que consintió por razones humanitarias.
"No está en mis planes aceptar esa propuesta. Yo siempre he sido un preso político o un opositor en la calle. No acepto esa propuesta ni para ir a España ni a ningún lugar del mundo", ha afirmado Fariñas.
"Aceptaré el desafío hasta las últimas consecuencias"
La solicitud del Gobierno cubano le fue comunicada el lunes al huelguista por el consejero político de la embajada de España en La Habana, Carlos Pérez-Desoy, que lo visitó en su casa, según confirmaron el opositor y fuentes diplomáticas.
"Voy a aceptar este desafío hasta las últimas consecuencias. Yo quisiera vivir, si mi conciencia me lo permite, cuando esté seguro que nadie más se va a morir", ha añadido.
Fariñas, de 48 años, comenzó su huelga de hambre y sed después de que muriera en un hospital de La Habana el albañil Zapata, considerado preso de conciencia por Amnistía Internacional.
El disidente ha destacado que todo lo que pide a Raúl Castro es un "gesto humanitario" y "de buena voluntad" con los 26 enfermos, y no que "deje el poder, ni que el Partido Comunista deje de ser el ente hegemónico dentro de la política cubana".
"Si ellos pueden enviar tanto personal a Haití y Venezuela (como ayuda tras los terremotos), ¿por qué no pueden hacer un gesto humanitario con sus hermanos?", se pregunta.
En caso de que ocurra la liberación de los presos aseguró que volverá a trabajar en Cuba como periodista independiente y en su blog, y a escribir sus "libros, novelas, cuentos y ensayos".
El artículo de Granma, su epitafio
Pero reiteró que el informe que publicó ayer el diario oficial Granma es "un epitafio" y "una preparación de la opinión publica internacional y nacional" para un desenlace fatal en su caso.
"A mi no me manipula nadie. A mi me manipuló antes el Gobierno, hasta que me convertí en un disidente no público", ha asegurado para desmentir a Granma, que afirmó que fue influenciado por la disidencia, las sedes diplomáticas y la prensa extranjera.
"No ha existido todavía, en estos 14 días, un hermano de lucha que me haya dicho que está de acuerdo con esta huelga. Solo me piden de manera unánime que la concluya. Yo soy el que he determinado que debo seguir hasta las ultimas consecuencias", ha señalado Fariñas.
Pero consideró que habría una "manipulación" de las autoridades si culpan a la "oposición pacífica" de su muerte, pues "el único culpable" sería el Gobierno "por no hacer ese gesto de buena voluntad", agregó.
Fariñas sufrió un colapso hipoglucémico la pasada semana y fue atendido en dos hospitales públicos de Santa Clara, donde le inyectaron sueros y azúcares, tras lo cual recobró el conocimiento, volvió a su casa y siguió la protesta.
Según ha comunicao hoy su médico particular, Ismel Iglesias, persisten los síntomas de deshidratación, y ha expresado su temor a que el próximo jueves Fariñas podría estar de nuevo en "estado crítico".