El terremoto de Chile, una oportunidad única para comprender futuros seísmos
- Uno de los cambios más interesante ha sido el movimiento de varias ciudades
- Será uno de los terremotos más importantes jamás estudiados
Los sismólogos se frotan las manos estos días. Detrás de la tragedia del terremoto de magnitud 8,8 en la escala Richter que sacudió el sur de Chile el pasado 27 de febrero -dejando 497 muertos confirmados y dos millones de damnificados-, se esconde un fenómeno excepcional de estudio.
El potente seísmo ofrece una oportunidad única para comprender mejor los procesos sísmicos que controlan los terremotos.
"El terremoto del Maule probablemente se convertirá el terremoto más importante jamás estudiado. Ahora contamos con instrumentos modernos y precisos para evaluar este caso, y porque el sitio colinda con un continente, seremos capaces de obtener muestras espaciales densas de los cambios que causó", explica Ben Brooks, investigador asociado con la Escuela Científica del Océano y la Tierra en la Universidad de Hawai.
Y el cambio más interesante ha sido el desplazamiento en el espacio de varias ciudades cercanas al área del seísmo.
Investigadores de varias universidades de EE.UU. han estado realizando mediciones del área donde se produjo el terremoto y han dado a conocer algunos resultados preliminares que demuestran la potencia del temblor.
El quinto terremoto más poderoso
La ciudad de Concepción se desplazó 3,04 metros al oeste respecto a su posición antes del temblor, que alteró también la ubicación de otras ciudades sudamericanas e incluso islas tan lejanas como las Malvinas o Fortaleza en Brasil, según un informe de la Universidad Estatal de Ohio.
Los geofísicos plantean que el de Chile ha sido el quinto terremoto más poderoso desde que se cuenta con instrumentos capaces de medir los cambios sísmicos.
Buenos Aires, la capital argentina, se movió 2,5 centímetros al oeste y Santiago de Chile se desplazó en la misma dirección pero un poco hacia el sur 27.94 centímetros. Otras ciudades cercanas a Concepción también se trasladaron en el espacio de forma significativa.
Además, la agencia espacial estadounidense NASA también informó de que el terremoto habría movido el eje de la Tierra unos 8 centímetros y habría acortado el día terrestre en aproximadamente 1,26 microsegundos.
El "anillo de fuego", una de las zonas sísmicas más activas
El epicentro del seísmo se localizó en una región de Sudamérica conocida como el "anillo de fuego", una de las zonas sísmicas más activas del planeta. Los terremotos allí se llaman de subducción. En ellos, una placa tectónica se va metiendo bajo la contigua, en este caso es la gran placa oceánica de Nazca que se desliza bajo la placa continental sudamericana.
La placa empuja, la presión va en aumento bajo tierra y aumenta la tensión hasta que acaba por deformarse y se produce el terremoto. En el caso de Haití, sin embargo, no hubo subducción sino movimiento relativo de la placa del Caribe respecto de la placa norteamericana.
El equipo de científicos ha comprobado el movimiento de ciudades comparando mediciones precisas de GPS de diez antes del seísmo con medidas posteriores.
"Al reocupar las estaciones de GPS existentes, se puede determinar que los desplazamiento o saltos han ocurrido durante el terremoto", explica Mike Bevis profesor de Ciencias de la Tierra en la Universidad de Ohio, que lidera un proyecto desde 1993 que ha estado midiendo el movimiento de la corteza y la deformación en los Andes centrales y del sur.
Sin embargo, aunque los científicos conocen cada vez mejor los procesos sísmicos, la investigación no ha avanzado lo suficiente como para hacer una predicción útil que evite la tragedia humana y económica que supone un terremoto.
El seísmo de Chile ofrece a los expertos nuevo material de estudio, muy valioso dado su alcance, que esperamos que sirva para que se pueda advertir con antelación cuándo, dónde y cuánto se va a mover la tierra en un futuro, aunque sea muy lejano.