Un jurado popular declara culpable por unanimidad al acusado por el crimen de Bellvitge
- Se le imputan nueve delitos, entre ellos, asesinato y agresión sexual
- Las víctimas eran dos agentes en prácticas de la Policía Nacional
Un jurado popular ha declarado por unanimidad a Pedro Jiménez culpable del asesinato de dos policías y la violación de una de ellas en su piso de L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona) en octubre de 2004, mientras disfrutaba de un permiso penitenciario.
En su veredicto,leído este viernes en la Audiencia de Barcelona, el tribunal popular ha considerado que Pedro Jiménez es culpable de los nueve delitos de que le acusa la Fiscalía: dos asesinatos, agresión sexual, allanamiento de morada, profanación de cadáver, incendio, robo con violencia y con fuerza y quebrantamiento de condena.
Por el asesinato de las dos policías en prácticas Pedro Jiménez fue condenado en el año 2008 por la Audiencia de Barcelona a 83 años de prisión, pero el Tribunal Supremo (TS) anuló posteriormente la sentencia y obligó a repetir el juicio, al considerar que los hechos debieron ser juzgados por un tribunal popular
La Fiscalía aumenta su petición de condena
Tras la lectura del veredicto, el ministerio público ha elevado ligeramente su petición de condena hasta los 105 años y seis meses, las penas máximas por cada uno de los delitos, y ha solicitado que, dada su "gran peligrosidad social y sus escasas posibilidades de reinserción", se le imponga el cumplimiento íntegro de la condena hasta un máximo de 40 años.
La fiscalía ha justificado su petición por las "circunstancias concretas" en que cometió los delitos, su condición de multirreincidente y la violencia y desprecio con que actuó contra las policías.
El doble asesinato
Los hechos ocurrieron el 5 de octubre de 2004, cuando el acusado tomó el Metro en Barcelona y sobre las 06.00 de la mañana se bajó en la estación de Bellvitge, en L'Hospitalet. Dos horas después, vio a Silvia N., una agente de Policía en prácticas de 28 años que se dirigía a su domicilio, en la Rambla Marina, tras pasar la noche de servicio en la comisaría de Castelldefels (Barcelona).
Las dos policías aparecieron muertas a puñaladas y con signos de haber sido víctimas de abusos sexuales. Eran dos agentes en prácticas del Cuerpo Nacional de Policía, Aurora R.G. y Silvia N.G., ambas procedían de León y compartían un piso en el barrio de Bellvitge de L'Hospitalet del Llobregat (Barcelona) donde ocurrió el crimen y que después fue incendiado.
En su veredicto, el tribunal popular ha considerado probado que Pedro Jiménez abordó la mañana del 5 de octubre a una de las policías, Silvia N., en la portería del edificio y, tras lograr entrar en la vivienda de las víctimas, las ató de pies y manos, las amordazó y violó a Maria Aurora R.G.
Posteriormente, mantiene el jurado popular, el acusado asesinó a cuchilladas a ambas chicas, aumentando deliberadamente su padecimiento cuando aún estaban vivas, profanó el cadáver de Silvia N. y abandonó la casa, llevándose algunas de sus pertenencias y provocando un incendio en el piso.
Finalmente, el tribunal ha considerado también que el acusado es culpable de un delito de quebrantamiento de condena, por no haber regresado a prisión tras el permiso penitenciario que se le concedió y haber huido a Girona, donde acabó siendo detenido.