Enlaces accesibilidad

"El lunes salí de trabajar y llegué a casa al día siguiente. Desde entonces estamos sin luz"

  • En casa de Mercè duermen cuatro en la misma cama para evitar el frío
  • Para Pedro, de San Feliu de Guixols, el problema es que "nadie dice  nada"

Por
En Girona se enfrentan al cuarto día sin luz en una semana en la que las temperaturas no han superado los 7 grados

Mercè vive en Vidreres, un pueblo de cerca de 7.000 habitantes en la comarca gerundense de la Selva. Este lunes, el día de la nevada que colapsó toda la comunidad de Cataluña, se subió en un tren para volver a casa desde el trabajo y no consiguió llegar hasta el martes.

Cataluña sufrió la peor nevada desde 1962

Al llegar a casa se encontró con que no tenían luz, y no la tendrían hasta este jueves por la noche.

"Subí en un tren a las 14:00 horas y a los diez minutos se paró y nos quedamos allí cuatro horas sin poder salir, con la que estaba cayendo fuera y con el frío que hacía", explica Mercè. 

"Cuando empezó a anochecer nos dejaron bajar y nos abrieron un pabellón para dormir hasta el día siguiente y estuve todo este tiempo sin saber si mi marido y mis hijos estaban bien porque no nos podíamos comunicar", recuerda angustiada.

La Generalitat catalana elevó este jueves hasta 30.000 los abonados que siguen sin luz desde la nevada en las comarcas de Girona, 10.000 más que la cifra ofrecida por Endesa. El mismo día se supo que una mujer había fallecido y que más de un centenar de personas resultaron intoxicadas en el municipio de Ultramort (Girona) por inhalación de monóxido de carbono por utilizar generadores domésticos o braseros en mal estado para calentar sus casas.

"Dormimos cuatro en la misma cama para no pasar frío"

Al llegar a casa, para la familia de Mercè no habían terminado las sorpresas desagradables ya que se encontraron con que no había luz en todo el pueblo y no la habría hasta este jueves por la noche.

Han pasado más de tres días sin luz "con una niña de un año y un niño de 10", cuenta. La casa de Mercè, como muchas casas construídas en los últimos años, funcionan exclusivamente con electricidad y no han podido cocinar, calentarse ni ducharse con agua caliente.

"Estos días hemos estado durmiendo los cuatro en la misma cama para no pasar frío, teníamos que ir a casas con generadores para calentar el biberón de la niña y hemos ido a comer al bar todos estos días", explica la joven.

Pero otro de los problemas de estos días ha sido el de las comunicaciones. "El teléfono inalámbrico en casa no funcionaba", dice Mercè "y un día tuvimos que irnos a 20 kilómetros del pueblo a comprar unos cargadores de móvil para cargarlos en el coche", cuenta.

"Suerte que conocía a un vendedor de generadores, porque se agotaron"

En Caldas de Malavella la situación es muy similar a la de Vidreres, la luz volvió al pueblo este jueves, pero sólo gracias a los generadores que empezaron a instalar por la tarde

"Para tener la línea completamente arreglada va para largo según dicen", explica Jordi, uno de los habitantes de Caldas afectado por el corte de luz.

Jordi llevaba sin luz desde el lunes por la tarde y "sobrevivió" a esta situación al principio gracias a que en casa de su madre "había cocina de gas".

"En mi casa todo es eléctrico y decidí ir a comprar un generador", cuenta. "Suerte que conocía a alguien que los vendía y tenía la furgoneta llena, porque se habían agotado en todas las tiendas", continúa Jordi.

Durante estos tres días los habitantes de Caldas han tenido que adaptarse a la situación aprovechando los restaurantes y los hoteles que han permanecido abiertos y sirviendo comidas. "El Ayuntamiento abrió además un pabellón para que la gente pudiera ir a ducharse con agua caliente", explica el ciudadano.

"Seguimos sin luz, han puesto 17 generadores y hacen falta 30"

Pedro vive en San Feliu de Guixols y sigue sin nada de luz. "Los generadores se han agotado y tampoco hay estufas de butano que comprar", cuenta desesperado.

Tiene dos niños de 12 y 7 años y los ha dejado en casa de unos familiares donde si ha vuelto la luz "para que puedan dormir y comer calientes".

Pedro y su mujer llevan tres días sin poder ducharse en casa y se calientan y malcomen utilizando utensilios de camping que tienen en casa.

Explica que en San Feliu se fue la luz el lunes a las 16:30 horas y que a día de hoy sólo ha vuelto a la zona centro del pueblo. "Nosotros vivimos en las afueras y no hemos tenido suerte, porque todos se han colocado están en la zona comercial del pueblo. El Ayuntamiento ha dicho que se necesitan 30 generadores y sólo se han instalado 17", se lamenta.

Para Pedro el verdadero problema es que "nadie dice nada". "Si supiéramos que esto va para 15 días podríamos ir haciendo a la idea y escuchamos la radio o vemos las noticias esperando que alguien diga algo. La gente no sabe hasta cuando hacer la previsión", concluye.