Un juez reconoce la legalidad de las páginas de enlaces y de las redes de intercambio P2P
- La SGAE pretendía el cierre de 'elrincondejesus.com', similar a Emule
- Los internautas consideran 'histórica' la sentencia que reconoce su legalidad
- La SGAE está pensando en recurrir la sentencia
El magistrado titular del Juzgado Mercantil n 7 de Barcelona, Raúl N. García Orejudo, ha desestimado la demanda de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) que pretendía el cierre del sitio web 'Elrincondejesus.com', al considerar que esta página de intercambio de archivos se limitaba ofrecer la posibilidad de descarga a través de la red P2P, pero no distribuía contenidos sujetos a propiedad intelectual.
La Asociación de Internautas calificó de "histórica" esta sentencia que reconoce la legalidad de las páginas de enlaces y reafirma la legalidad de las propias redes de intercambio P2P y consideró que esta sentencia "ha establecido un punto de partida para el futuro de Internet en España".
El magistrado aduce que el sistema de enlaces constituye "la base misma de Internet" y que, al no quedar almacenado ninguno de los archivos, se limita a ofrecer la posibilidad de descarga a través de la red P2P. Por ello, el juez considera que el sistema de 'links' no supone "distribución, ni reproducción ni comunicación pública de las obras protegidas".
Asimismo, la sentencia añade que el administrador de dicho sitio web, Jesús Guerra Calderón, no recibe cantidad alguna directa o indirectamente relacionada con el servicio que ofrece.
Por todo ello, el magistrado, que ya había desestimado un cierre cautelar de la página hace meses, concluye que la página web de enlaces a redes P2P "no vulnera en la actualidad los derechos de explotación que les confiere a los autores de la Ley de Propiedad Intelectual".
Del mismo modo, aduce que las redes P2P, "como meras redes de transmisión de datos entre particulares usuarios de Internet", tampoco vulneran derecho alguno protegido dicha ley.
La Sociedad General de Autores (SGAE) está pensando en recurrir la sentencia.