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Portugal redobla los esfuerzos para sacar a ETA de su territorio

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Las autoridades de Portugal han redoblado los esfuerzos para acabar con la presencia de ETA en su territorio tras la detención en Lisboa del presunto miembro de la organización terrorista Andoni Zengotitabengoa, recluido en prisión preventiva.

Según fuentes oficiales y declaraciones de autoridades portuguesas, la aparición del supuesto etarra en Lisboa, un mes después del hallazgo en Portugal de uno de los mayores arsenales de explosivos confiscados a ETA en toda su historia, ha disparado todas las alarmas en las instituciones de seguridad lusas.

Portugal tiene ya a un total de tres presuntos miembros de ETA entre rejas, pendientes de ser juzgados o entregados a España, e investiga si la organización terrorista cuenta con más escondrijos o activistas en su territorio.

El Ministerio portugués del interior reconoce que no puede descartar que la organización terrorista cuente con más infraestructura en este país pero asegura, a raíz de la última detención, que todas los recursos de la seguridad nacional están comprometidos en acabar con ella.

Julio Pereira, responsable del Sistema de Informaciones de la República Portuguesa (SIRP, que coordina varios organismos de inteligencia) declaró en este sentido que ETA "tiene necesariamente algún tipo de apoyo en Portugal", hipótesis que han formulado también los responsables antiterroristas en España.

La detención de Zengotitabengoa, uno de los supuestos responsables del arsenal de alrededor de una tonelada de explosivos encontrado el 4 de febrero en la localidad lusa de Obidos, "marca una nueva realidad" en Portugal a la que hay que adaptarse, aseguró Pereira al "Diario de Noticias" de Lisboa.

El presunto miembro de ETA fue detenido en el aeropuerto internacional de Portela, en las afueras de Lisboa, cuando intentaba viajar a Venezuela y el viernes quedó recluido en prisión preventiva por decisión del Tribunal Central de Instrucción Criminal de la capital lusa.

Además están en la misma condición y pendientes también de ser entregados a España o juzgados en suelo luso, Garikoitz García Arrieta e Iratxe Yáñez Ortiz de Barrón, apresados el 9 de enero tras huir de un control policial español cuando trasladaban hacia Portugal una furgoneta con explosivos y componentes para fabricarlos.