El Gobierno de Tailandia rechaza el ultimátum dado por unos 100.000 'camisas rojas'
- El líder de la protesta aboga por dejar el cerco a un cuartel militar
- Miles de 'camisas rojas' piden la dimisión del Gobierno tailandés
Apoyan al ex primer ministro depuesto y exiliado, Shinawatra
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El pulso continúa. El Gobierno de Tailandia ha rechazadoe ste lunes el ultimátum dado por decenas de miles de seguidores del depuesto primer ministro Thaksin Shinawatra, que tienen tomadas partes de Bangkok, para que disuelva el Parlamento y convoque elecciones.
El primer ministro tailandés, Abhisit Vejjajiva, apareció en la televisión nacional flanqueado por sus ministros y socios de colación con una aparente actitud de tranquilidad.
"Los manifestantes han exigido que disuelva el Parlamento antes del mediodía (05.00 GMT) de hoy, pero los partidos de la coalición han acordado rechazar la exigencia", dijo el dirigente del Partido Demócrata, el segundo con mayor número de diputados.
El primer ministro grabó el mensaje en el cuartel general del 11 Regimiento de Infantería, donde había instalado el Gobierno entre fuertes medidas de seguridad.
"Nuestro objetivo es resolver los problemas del país, y por lo tanto afirmamos que no habrá disolución del Parlamento y el Gobierno seguirá trabajando en beneficio de la nación", concluyó Vejjajiva, quien insistió que su Ejecutivo "es legítimo" y descartó el uso de la fuerza con los manifestantes.
A continuación, subió a un helicóptero y sobrevoló los atascos formados por los "camisas rojas", quienes se desplazaron en una larga caravana hasta el cuartel militar para expresar su repulsa al Gobierno.
Los seguidores del Frente Unido para la Democracia y contra la Dictadura formaron una marea humana de kilómetros que inundaba avenidas y las calles principales de la capital.
Vitoreados por grupos de espontáneos, gritaban consignas contra las autoridades cívicas y militares en medio de un ambiente festivo, con pitidos y música que salía de altavoces instalados en camiones.
El plazo del ultimátum venció al mediodía sin que el Gobierno cediese a los manifestantes.
Mil litros de sangre
La corresponsal de TVE en Asia-Pacífico, Rosa Mª Molló, asegura que los manifestantes no están dispuestos a disolverse y de momento las protestas se desarrollan en un ambiente festivo.
La última acción que están organizando pretende recoger mil litros de su propia sangre para lanzarla contra edificios gubernamentales.
En medio del tira y afloja del Gobierno con los seguidores de Shinawatra, dos soldados resultaron heridos tras estallar varias granadas en el campamento del Primer Batallón, del 1 Regimiento de Infantería.
Las autoridades no han indicado si este incidente perpetrado por unos desconocidos subidos a un vehículo está relacionado con la movilización antigubernamental.
Para calmar a los manifestantes, los militares ofrecieron por sus altavoces música de jazz compuesta por el rey Bhumibol Adulyadej, que competía con el bullicio causado por las manoplas y los gritos en las protestas.
Más 50.000 policías y soldados han sido desplegados en Bangkok para evitar que se repitan incidentes similares a los ocurridos el pasado abril, cuando dos personas murieron y unas 120 resultaron heridas durante otra campaña de protestas llevada a cabo por los "camisas rojas, cuyo objetivo final es abrir un cauce para el regreso de Shinawatra a su país.