Isabel Muñoz atrapa con su cámara la dignidad de la infancia
- La fotógrafa expone en Barcelona las 40 imágenes de su proyecto Infancia
- Retratos de niños que han escapado de la explotación gracias a la cooperación
Isabel Muñoz expone en Barcelona las 40 imágenes que componen Infancia, un "trabajo sobre la esperanza, la generosidad y la libertad", según la fotógrafa, que ha retratado a niños de veinte países para conmemorar las dos décadas de la Convención de los Derechos del Niño.
Durante seis meses, la fotógrafa barcelonesa ha viajado por varios países de África, América, Asia y Europa y ha captado la mirada, los sueños y también el dolor de una cuarentena de niños.
La exposición, que abre al público este miércoles 17, cuenta, a través de textos de periodistas y fotografías de Muñoz, la historia de niños como los filipinos Luis, Salvador, Armando o JM, que han escapado de situaciones de explotación sexual gracias a la cooperación internacional.
Vivencias de alto voltaje
La fotógrafa, que recibió la Medalla de Oro al Mérito en Bellas Artes de 2009 y ha sido premio PhotoEspaña 2009, ha comentado que el trabajo fue una "experiencia humana muy fuerte", tanto por la intensidad de las historias que tuvo la oportunidad de conocer como por la implicación de los niños y del equipo.
"Los niños sabían que estaban dando un mensaje a otros niños", ha recordado Muñoz, que ha destacado como los menores siempre mostraban "un afán de superación" que supone "una lección para el ser humano".
Muñoz y el equipo de periodistas y ayudantes que viajó con ella se plantearon el trabajo "como un mapa del mundo" en el que saldrían los niños, sus sueños, sus juguetes y sus sentimientos, partiendo del principio universal de que "todos los niños son iguales".
Ojos que atrapan
Para ello, Muñoz los ha querido retratar desde "la dignidad del ser humano" y los niños han posado ante la cámara con sus pertenencias más queridas y en sus lugares favoritos: "Cada niño tiene su propio palacio, aunque sea un tramo de río lleno de caracolas", ha explicado la fotógrafa.
“Los ojos no mienten nunca“
A pesar de los escenarios variopintos que rodean a los pequeños protagonistas de las historias de Muñoz, son los ojos, fijos a la cámara, los que captan de inmediato la atención del visitante.
"Los ojos no mienten nunca", ha afirmado la fotógrafa, "a través de los ojos te están contando tantas cosas (...) a mí me gusta leer lo que sueñan, lo que sufren", ha añadido.
Una de las miradas más impactantes es la de Nouhau Yacouba, cuyos ojos acuosos esconden la cruda vida de las calles de Níger, el país más pobre del planeta, donde Yacouba despierta cada mañana esnifando pegamento "para olvidar los problemas y no sentir mucha hambre".
Delicados hilos de esperanza
Junto a los abusos sexuales, el abandono, la tortura y la guerra hay ojos que transmiten un optimismo que sólo da vivir y soñar.
Es el caso de los bebés prematuros que reviven con el llamado "método canguro", en que las madres mantienen al niño en contacto constante sobre su pecho y a los que el calor y los latidos rítmicos del corazón de la madre permiten sobrevivir en zonas donde las incubadoras son una utopía.
El "método canguro" es uno de los programas más exitosos promocionados por UNICEF y para sus representantes es la prueba de que un gesto tan simple como el de acurrucar a un bebé contra el pecho puede ser la diferencia entre la vida y la muerte.
Infancia fue un proyecto concebido inicialmente por El País Semanal y UNICEF, en el que luego ha colaborado el programa de cooperación internacional de La Caixa.